Como todos yo también vengo de una madre, una madre amorosa y cariñosa como casi todas las madres. Hoy, en el otoño de su vida tuvimos una conversación de madre a hija, como solemos hacerlas las madres y las hijas de vez en cuando, cuando lo amerita.
- "Hija, mi mayor dolor fue no haber emigrado cuando tu padre en vida me lo planteó. Vivimos en una nación de gente buena atrapadas por gente mala. Durante décadas he escuchado decir, prometer, asegurar y jurar que nos darían una vida mejor y un futuro lleno de progreso y de bienestar". Hoy, 45 años después de aquella oferta de tu progenitor estoy convencida de que fue una mala decisión no haberlo escuchado", me dijo.
- Madre, si todas las que pensamos, huimos porque unos sinvergüenzas se han rendido ante el poder económico nacional y el poder extranjero, ¿entonces qué sería de nuestra patria?, le repliqué.
- "Cuando mataron a Trujillo vimos por fin la luz al final del túnel. Más adelante se sucedieron el Consejo de Estado, la Junta Cívico-Militar, luego, otro Consejo de Estado. Juan Bosch, la Junta Provisional de Gobierno, el Triunvirato de 1963 y Héctor García Godoy. Los doce años de Balaguer, Antonio Guzmán, Jorge Blanco, 10 años más de Balaguer y Leonel Fernández. Hipólito Mejía, Leonel Fernández ocho años más y hoy a Danilo Medina. 54 años han pasado desde que se dio fin a la tiranía y los mismos nombres siguen manteniendo el poder en nuestra nación. Los mismos asesinatos, violaciones de derechos humanos, la misma pobreza, inequidades y abusos. La única diferencia es que Trujillo pagó la deuda externa y hoy, cada dominicano que nace debe más de dos mil dólares".
Eso me lo dijo hoy, la madre que me parió.
Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
Foto: Diario Libre
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