Páginas

sábado, 8 de noviembre de 2014

Nuestro sino luce triste


Cuando...
Cuando el gobierno es el principal violador de las leyes y acuerdos. Cuando la justicia está en manos de jueces comprometidos. Cuando los profesionales del Derecho solo buscan dinero y posiciones para tener poder, también violentando la ley con sofismas increíbles, sin que haya un colegio que les recuerde la ética que debería existir.

Cuando todos miramos pasmados como un presidente no actúa contra tanta corrupción, tanta inseguridad, tanto despilfarro, tantos compañeritos.  Cuando todo el mundo fuera de su círculo de interesados y aduladores entiende que los pequeños cambios intrascendentes en la forma de gobernar, no son más que estrategia de mercadeo y percepción, con el mismo contenido anterior y su carga de culpas y deshonestidad.  Cuando varias familias que hacen y deshacen en el gobierno y en el país, y aun le amenazan y le ponen en jaque, aunque no han podido darle el mate, siguen mantenidos en muchas posiciones de poder, aun siendo dueños solo de un minúsculo partido, y quizás de muchos secretos comprometedores.  Cuando quien lo puso hace y deshace como el verdadero poder, sin control ni comedimiento, sin guardar apariencias, y aunque se estima que su estrella va en declive, tenemos que ser muy cuidadosos, pues la propaganda, la autocensura, el miedo y sobre todo el dinero, que para unos es un pica pollo, para otros muchos millones, contratos y prebendas, puede cambiar cualquier esperanza.  Cuando un pueblo piensa con el estómago y la cartera, y tiene un cerebro de lujo sin entender que es  el gran perjudicado y estafado.

Nuestro sino luce triste, pues para un buen hombre en el ejercicio de poder, el panorama actual sería muy complicado, tanto como para tener insomnio y estar tirado a la calle buscando soluciones y consensos, pero da la impresión que el que tenemos solo es parte de la conveniencia, el poder y el reparto de dinero, para seguirlo consiguiendo del erario sin dolientes y que lo paguen aun los no nacidos, sin que importe más nada, aunque las palabras, los discursos, y los titulares de periódicos autocensurados, por ser amable con ellos, digan otra cosa.  En la Roma antigua se juraba agarrándose los testículos, signo de valor y coraje, ahora se jura sin tenerlos, teniendo solo muchos compromisos non sanctos.

Luis Arthur
Sin temor...ni favor
www.7dias.com.do
http://www.7dias.com.do/opiniones/2014/11/03/i175752_cuando.html#.VF2SmTSG-wY

No hay comentarios:

Publicar un comentario