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lunes, 16 de noviembre de 2009

La irresponsabilidad de American Airlines y American Eagle


Con el paso del tiempo los servicios de American Airlines y American Eagle se van deteriorando y lo peor de todo es que al parecer para sus ejecutivos los pasajeros, que debían ser su razón de ser, no cuentan para nada.
El pasado fin de semana tuve una muy desagradable experiencia cuando intentaba regresar a Santo Domingo desde Puerto Rico donde acudí en gestiones de trabajo. Como de costumbre llegamos al Aeropuerto Luis Muñoz Marín con dos horas de antelación como exigen las líneas aéreas para un vuelo que estaba programado para las seis y cincuenta de la tarde.
El vuelo 4856 fue retrasado en una primera instancia hasta las ocho de la noche, luego hasta las 8:22, hasta las 9:00 y finalmente hasta las 9:30, cuando por fin logramos abordar la aeronave y tras el “chequeo” rutinario de la misma todo estaba listo para el despegue pero o sorpresa, de repente tocan la puerta del avión y un oficial de la aerolínea pregunta por “Francisco”, un pasajero que estaba sentado en el asiento 11-B.
Tras un exhaustivo chequeo la oficial vuelve a subir a la aeronave y hace que “Francisco” le acompañe y el capitán anuncia que todo está listo para despegar. De repente la aeronave se apaga y el nerviosismo hace presa de los pasajeros, a los pocos minutos anuncian que el avión tiene problemas y tras 30 minutos de estar a bordo nos hacen bajar del aparato.
En tierra la situación empeoró, nadie, absolutamente nadie de la aerolínea ser ofreció para dar una explicación a los pasajeros sobre los inconvenientes presentados, cerca de dos horas estuvimos sin ningún tipo de información y pasada la media noche por fin anunciaron públicamente que el vuelo no podría salir esa noche.
Entonces inició un largo proceso de entregar tickets para el hotel, taxi y un nuevo vuelo para las 10:15 de la mañana del siguiente día.
Ese mismo día varias aeronaves de American Eagle tuvieron problemas mecánicos, afortunadamente nada catastrófico pasó, pero lo peor de todo es la impotencia de los pasajeros que no reciben atención de los representantes de esta aerolínea.
A esto hay que sumar que es uno de los servicios más caros que existen en el mercado, todos los vuelos han sido relegados a aviones pequeños, la calidad en la atención se ha ido deteriorando y para colmo de males el 90 por ciento de las informaciones que brindan lo hacen en inglés a sabiendas de que están volando para República Dominicana donde el idioma oficial es el español.
¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que se nos maltrate, que se nos ignore, cuando estamos pagando un servicio caro, malo y manejado por prepotentes?

Francisco García


Periodista / Diario Libre

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