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lunes, 8 de marzo de 2010

Barcelona colapsa por nevada





Todos los accesos a la capital catalana se han bloqueado
TMB ha suspendido el servicio de autobuses metropolitanos
El metro funciona con normalidad, aunque registras largas colas
El Ayuntamiento distribuye 94 contenedores de sal en toda la ciudad
Algunas zonas se han quedado sin el alumbrado de las calles
El Ayuntamiento reserva hoteles y abrirá el metro hasta que sea necesario



Ni autobuses, ni algunos trenes ni transporte por carretera. Salir o entrar de la capital catalan -o incluso desplazarse en su interior- está siendo un auténtico calvario. Pese a que, a partir de las cinco de la tarde, Transports Metropolitans de Barcelona suspendió la circulación de autobuses por la ciudad, el Ayuntamiento ha querido aclarar que el metro funciona con normalidad y estará abierto durante toda la noche, aunque registras largas colas en algunas de sus estaciones.


Según ha informado Assumpta Escarp, concejal de prevención y seguridad, sólo fueron necesarias medidas de regulación de la afluencia de pasaje en estaciones de enlace, como Sants Estació, Diagonal y Fabra i Puig. Además, ha adelantado, el consistorio está dispuesto a ampliar el horario de metro toda la noche. Eso sí, tendrán que enfrentarse a un problema extra: las dificultades de los trabajadores de TMB -conductores, taquilleros- para llegar a su lugar de trabajo.


Además, el Ayuntamiento ha realizado prereservas en algunos hoteles de la ciudad para acoger a quienes se queden encerrados en el caos que hoy se ha convertido la capital catalana.


Nieve insólita
Cuando el Ayuntamiento de Barcelona anunció su candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno en 2022 muchos argumentaron que es una ciudad en la que no nieva, y cuando lo hace no cuaja. Estos escépticos recibieron su respuesta viendo las principales arterias de la ciudad cubiertas por un manto blanco, aunque también han aparecido los problemas de movilidad propios de un temporal.


Desde primera hora se cerraron de forma preventiva las carreteras de Collserola que comunican Barcelona con el Vallès, y los agentes de la Guardia Urbana dejan pasar sólo a vehículos con cadenas en algunos casos. Más tarde, la circulación se ha limitado en la Ronda de Dalt, aunque a medida que transcurría el día se han ido cortando los accesos en la zona de Ronda General Mitre y Mare de Dèu de Montserrat. Finalmente, según empeora la situación, todos los accesos a la capital catalana se han ido bloqueando. Algunas zonas se han quedado sin alumbrado de las calles.


El distrito de Sarrià-Sant Gervasi es uno de los más perjudicados por la nevada e incluso los autobuses que circulan por esta zona se han visto obligados a parar el servicio o modificar el recorrido. Las líneas específicas de Collserola ja no han salido a primera hora por causa de la nieve acumulada.


El Ayuntamiento ha distribuído 94 contenedores de sal en los barrios de la zona alta de la ciudad, en los distritos de Les Corts, Gràcia, Sarrià-Sant Gervasi, Horta Guinardó i Nou Barris, que tienen más riesgo de heladas. Estos contenedores tienen una capacidad de 800 litros cada uno y están a disposición de los vecinos para distribuir sal en la calle. También se han movilizado 10 vehículos medianos, dos grandes con palas quitanieves, y otros dos que pueden efectuar estos servicios. Hay también dos coches que refuerzan la distribución de sal. Si la temperatura baja de los 0 grados los servicios de limpieza no regarán las calles para evitar que se hielen.

A media tarde, ya se habían distribuído 30 toneladas de sal en la ciudad. Aunque el consistorio tiene más sal en reserva, Escarp avisa de la dificultad de hacerlas llegar a los lugares más afectados.


De las 17 máquinas quitanieves de la ciudad, el ayuntamiento sólo garantiza que funcionen 12, que trabajan en los centros hospitalarios.



Los bomberos de Barcelona también han puesto a disposición del área de Medio Ambiente del Consistorio sus vehículos quitanieves. La Guardia Urbana ha aumentado el número de agentes en las calles para actuar en caso de cualquier incidencia, como atascos de tráfico. Pese a los problemas circulatorios que tiene la ciudad, la nieve también tuvo su lado lúdico en miles de ciudadanos que hacía años que no veían un temporal como este. Ante el panorama de calles importantes como el paseo de Gracia o la Gran Vía cubiertas de nieve algunos ciudadanos se acercaron a comprobar de primera mano como cuajaba y no resistieron lanzar alguna pequeña bola de nieve.



La última gran nevada que se recuerda fue en 1993, también a principios de marzo, con 30 centímetros en la parte alta, o en noviembre de 1999 con 3 centímetros en toda la ciudad. En 2005 y 2006 también se registraron nevadas importantes en Collserola y Montjuïc con 20 centímetros de nieve. Pese a esto, media ciudad se acuerda de la gran nevada del día de Navidad de 1962 que dejó 55 centímetros en el centro de la ciudad y 80 en el Tibidabo.




Germán González | Andrea Pelayo
Barcelona / elmundo.es

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