"El pueblo creyente buscó y encontró allí la cercanía con el Dios de los cristianos, un Dios Padre, acogedor y tolerante, misericordioso y amigable, cercano y dialogante. Lejano a los pastores que olvidaron que se da la vida por sus ovejas y no se anotan sus nombres en los listados del castigo". + De su artículo: Cuando Dios manda, hasta el Diablo obedece. Jeannelle Koss / Desde La República Dominicana
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