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viernes, 25 de junio de 2010

Citibank discrimina dominicana

     Ana de León.


NUEVA YORK._ Ana de León, una dominicana residente en Nueva York y con suficiente solvencia económica, denunció que fue discriminada por hispana por la gerencia del Citibank, entidad que sin motivo alguno decidió cerrarle su tarjeta de crédito. Dijo que por ocho años, mantuvo una puntualidad infalible en los pagos a su tarjeta crediticia, pero que después que el banco le envió un aviso ofertándole aumentarle el crédito y ella lo rechazó, la corporación le pagó con la cancelación.

“Siempre tuve suficiente balance disponible en mi tarjeta, por lo que quiero saber el por qué me cancelaron la tarjeta de crédito”, cuestionó la señora de León que reside en El Bronx.

La dominicana de 50 años de edad indicó que la decisión, ha afectado significativamente su nivel de crédito en los Estados Unidos, además de sus finanzas.

“Por mi condición de hispana inmigrante, creo que aquí ha habido discriminación en mi contra”, dijo Ana. Aunque ella no respondió a la oferta del banco y continuó pagando sus mensualidades para mantener al día su crédito, la tarjeta le fue retirada sin previa notificación.

“Esto es una falta de respeto y un abuso contra mi persona, nunca he quedado mal y jamás he pagado tarde”, añadió. Desde el Citibank se informó que en enero del 2009 a la señora de León, se le envió una misiva informándole sobre el aumento en las tasas de interés, pero supuestamente, se negó a pagar la diferencia por lo que la tarjeta se le canceló.

El caso de la dominicana, es uno de los millones en los que los poseedores de tarjetas de crédito bancarias y corporativas en Estados Unidos, caen como víctimas de maniobras de las instituciones financieras con las que se hacen acuerdos.

Una ley federal aprobada esta misma semana en Washington, ha comenzando a sumir la defensa de esos consumidores, pero se ignora si la legislación tendrá efecto retroactivo. Una gran mayoría, al sentirse estafados, prefiere que su récord sea enviado al Buró de Crédito (Credit Bureau) para no dejarse robar su dinero.

Cuando se llega allí, por 7 años el crédito de los afectados no vale nada y se les hace imposible resolver problemas fundamentales con el “dinero plástico” o conseguir créditos a cualquier nivel, incluso, rentar un apartamento o comprar.

Previo a aprobarse la ley, se encontró en investigaciones federales que las empresas que expiden las tarjetas, han estado subiendo los intereses, poniendo más sobrecargos a las cuentas, cortando los límites de crédito y cerrándoles las cuentas a las personas que catalogan como de “alto riesgo” con el alegato de “proteger” sus capitales.

Acorde con la ley federal, los bancos tienen el derecho a cerrar cuentas, pero no a la discriminación.
Miguel Cruz Tejada / El Nuevo Diario
http://www.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=203905

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