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jueves, 15 de julio de 2010

Epidemia bochornosa

El dengue no es sólo el mosquito
Al margen de la cantidad de casos, la alarmante epidemia de dengue que azota a la población, una enfermedad que a estas alturas ha debido estar plenamente controlada, deja muy mal parado el sistema sanitario. Aún así, el momento no es para criticar ni buscar culpables, sino de aunar esfuerzos para combatir la inquietante patología.

Los más de siete mil casos que ha denunciado el Colegio Médico Dominicano (CMD) describen la magnitud de la epidemia, sin incluir las víctimas mortales, a las que en las últimas horas se ha sumado una niña de siete años en Santiago. Sin embargo, hay que tener cuidado al formular propuestas, como la del mismo gremio, de declarar el país en estado de emergencia.

El Ministerio de Salud Pública no debería conformarse con simples llamados a unir voluntades ni con exhortaciones fatuas a la población, sino poner en práctica un programa eficaz para combatir una enfermedad que contrasta con el discurso y con las megaobras del Gobierno. Y más si desoyó las advertencias de que este sería un año de alta incidencia epidémica.

La magnitud del problema no se puede negar ni minimizar. Hospitales desbordados de pacientes desesperados por asistencia en el Distrito Nacional, Santiago, San Cristóbal, San Pedro de Macorís, Baní, San Francisco de Macorís y otras comunidades muestran la dimensión alcanzada por el brote epidémico.

Y por si fuera poco, sólo los casi 4,600 casos de que habla el ministro Bautista Rojas Gómez sugieren que las medidas que se adoptaron no surtieron el efecto que se esperaba para contener el curso del brote que, para colmo, se repite año tras año. Pero tampoco es como para exacerbar conflictos cuando lo que se requiere es la más amplia y decidida cooperación.

Con proyecciones según las cuales la enfermedad podía alcanzar 12 mil casos en las próximas horas no es para perder el tiempo en discusiones, sino para plantear medidas que tiendan a evitar que más personas puedan ser víctimas de un brote que, en realidad, es preocupante y bochornoso.

Cabe esperar que después que pase la tormenta las autoridades entiendan la necesidad de revisar su política sanitaria, que el gremio médico define de anacrónica, para evitar que enfermedades como el dengue, controladas en países con condiciones económicas y ambientales similares a República Dominicana, causan tanto estragos en la población.

El dengue no es sólo el mosquito. Son muchos factores.

Editorial El Nacional
El Nacional.com.do
http://elnacional.com.do/editorial/2010/7/14/54359/Epidemia-bochornosa

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