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lunes, 13 de septiembre de 2010

Conflicto laboral en ingenio de los Fanjul / Vídeo

Ángel Pérez, un cubanoamericano que por 15 años trabajó en un ingenio azucarero de la prominente familia Fanjul, afirma que era considerado un empleado modelo hasta que salió electo como representante sindical y empezó a presentar quejas sobre las condiciones de trabajo de los empleados. - CM Guerrero | El Nuevo Herald


Los Fanjul son los dueños del Central Romana y Casa de Campo en República Dominicana


Ángel Pérez es un cubanoamericano que por 15 años trabajó en un ingenio azucarero del Condado de Palm Beach, parte del imperio empresarial Florida Crystals de la prominente familia Fanjul de Cuba.

Pérez dice que sus supervisores lo consideraban empleado modelo hasta que salió electo como representante sindical el año pasado y empezó a presentar quejas sobre las condiciones de trabajo de los empleados.
Fue entonces que, según Pérez, los supervisores lo empezaron a "hostigar'', culminando el mes pasado en una agria confrontación con un gerente en el central donde trabajaba. Durante el episodio, Pérez fue arrestado por la policía.

Ahora Pérez está luchando por recuperar su empleo. Su sindicato ha presentado una queja ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) y Pérez ha obtenido el apoyo de activistas de derechos civiles y sindicales. Al mismo tiempo, decidió combatir los cargos presentados en su contra luego del arresto, y proyecta declararse no culpable durante una comparecencia ante la corte de circuito de Palm Beach en Belle Glade hoy lunes a las 9 a.m.

"No hice nada malo'', dijo Pérez, de 47 años. "Todo lo que ha pasado se debe a represalias por parte de la compañía por mi actividad como sindicalista''.

De ninguna manera, dijo el vicepresidente de relaciones corporativas de Florida Crystals, Gastón Cantens. Los trabajadores están sindicalizados y la compañía ha estado trabajando con el sindicato por más de 30 años. Lo ocurrido en el caso de Pérez , agregó Cantens, es simplemente el resultado de la insubordinación.
Pérez, comentó Cantens, había estado conduciendo una camioneta de la compañía para transportar a trabajadores desde sus casas al central. Cuando se le dijo que no podía conducir más la camioneta, rehusó cumplir la orden.

"El origen del problema es el uso no autorizado de la camioneta'', dijo Cantens.
La disputa laboral de nuevo enfoca la atención pública sobre la familia Fanjul, una de las más prominentes del sur de la Florida, donde logró rehacer su fortuna tras salir de Cuba cuando llegó al poder Fidel Castro.
Osceola Farms, donde se desarrolló el incidente con Pérez, es la primera propiedad que la familia Fanjul adquirió poco después de que empezara a reorganizar sus operaciones azucareras en la Florida.

El caso de Pérez llegó a un punto álgido el 12 de agosto cuando, según indicó, ejecutivos de la compañía lo interceptaron mientras conducía la camioneta cerca de West Palm Beach. Uno de los ejecutivos, el jefe de personal Johnny Tellechea, le dijo que se suponía que no podía conducir la camioneta, agregó Pérez.
Unas semanas antes, dijo Pérez, había estado enfermo y había dejado de conducir la camioneta temporalmente.

Cantens dijo que la compañía, por razones de privacidad, no podía revelar por qué se le había ordenado a Pérez que no condujera la camioneta.

Fue entonces también, dijo Pérez, que Tellechea le ordenó presentarse en su oficina en Osceola Farms, en Pahokee, cerca del lago Okeechobee, a las 7 a.m. del día siguiente. Pérez pensó que la reunión sería un audiencia para disciplinarlo.


"Cuando llegué vi a un policía, y entonces le dije al jefe de personal que invocaba mis derechos de representación y que no podíamos tener una discusión hasta que estuviera debidamente representado'', dijo Pérez.

Señaló que, en vez de posponer la reunión, Tellechea se molestó visiblemente y le ordenó abandonar de inmediato la propiedad.

"Le dije a Tellechea que estaba dispuesto a irme pero que no tenía cómo llegar a casa porque no tenía mi vehículo personal conmigo'', dijo Pérez, quien comentó que había llegado a Osceola Farms esa mañana en una camioneta de la compañía junto con otros trabajadores.

Según Pérez, Tellechea le dijo que no le importaba si no podía regresar a su casa por sí mismo, y reiteró la orden de que se marchara de inmediato. Fue entonces que Tellechea ordenó al policía arrestar a Pérez.
Pérez señaló que el policía lo esposó y lo lanzó al suelo. Añadió que pasó más de 50 minutos sentado en el piso junto a la rueda de la patrulla policial, hasta que llegó otro agente que lo transportó a la cárcel. Una vez allí, dijo, fue fichado bajo cargos de estar en propiedad privada sin autorización y de no salir de la propiedad luego de que el dueño le ordenara irse.

Un informe de la Oficina del Jefe del Departamento de Policía de Palm Beach (PBSO) refleja de manera general el arresto de Pérez, excepto en dos puntos claves.

El policía dijo que esposó a Pérez, pero no que lo lanzó al suelo. También el policía indicó que Tellechea le pidió arrestar a Pérez porque éste había rehusado a abandonar la propiedad aún después de haberle ofrecido llevarlo de vuelta a su casa.

"Tellechea me dijo que le había dicho a Angel que abandonara la propiedad dos veces y que este se había rehusado y que le dijo: ‘Me vas a tener que arrestar' '', según el informe policial. "El [Tellechea] también me dijo, que quería que arrestara a Angel por estar en la propiedad sin autorización y que lo retirara de la propiedad''.

Pérez fue cesado pero lucha por recuperar su empleo y librarse de los cargos en su contra.
En una entrevista en su casa cerca de West Palm Beach, Pérez dijo que lo sucedido en Osceola Farms era sólo la culminación de meses de hostigamiento por parte de supervisores molestos. A los supervisores les desagradaba, dijo, que se hubiera convertido en representante del sindicato, la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAMAW).

El 25 de agosto, el sindicato presentó una queja ante la oficina de NLRB en Tampa.
"Alrededor del 13 de agosto'', según indica la queja, "el empleador dio por terminado el empleo de Angel Pérez por su membresía y actividades a favor de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales''.

Bob Wood, vocero sindical, dijo que el sindicato apoya a Pérez.
"Estamos horrorizados por el tratamiento que la compañía da a nuestros representantes sindicales, y vamos a pelear el caso vigorosamente'', dijo Wood.

Funcionarios de la NLRB en Tampa dijeron que están investigando el caso.
Cantens dijo que el despido de Pérez no tiene relación alguna con sus actividades sindicales, y agregó que muchos empleados son despedidos rutinariamente por causas relacionadas con su trabajo y no se escriben artículos sobre ellos.

"Lo que pasó es que un empleado fue despedido por no haber cumplido con las reglas e instrucciones de la compañía y éste fue a la prensa porque se siente molesto y nos quiere poner presión'', dijo Cantens.




POR ALFONSO CHARDY
ACHARDY@ELNUEVOHERALD.COM

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