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viernes, 26 de noviembre de 2010

Contra el cólera: cuantas medidas sean necesarias



Sin marcha atrás

El cierre temporal del denominado Mercado de las Pulgas  y la clausura de los  hospedajes que operaban en el Pequeño Haití se corresponden al programa de prevención  sanitaria que aplican las autoridades para evitar que aquí  se produzca un brote de cólera, por lo que tales decisiones se definen como oportunas y necesarias.

Inquilinos de esos locales que operaban como hoteles en los alrededores del Mercado Modelo vertían desechos y aguas residuales en la vía pública  por  lo que  se constituían en  peligrosos focos de infección epidemiológica.

En el caso del Mercado de las Pulgas, la situación se torna  complicada, pues  en esa plaza laboran centenares de pequeños y medianos comerciantes, que llegan a movilizar cada semana hasta 25 millones  de pesos, pero aun así las autoridades están compelidas a intervenirlo  por el riesgo de contagio sanitario que representa.

Los operarios de ese mercado parecen no entender  el peligro que para toda la población representa la sola posibilidad de que  la bacteria del cólera llegue a infectar fuentes pluviales o  que se aposente en territorio nacional de cualquier manera que pueda producir un brote epidémico.

El Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste ha propuesto trasladar esa plaza hacia  una zona de  Manoguayabo, donde operaría con adecuados estándares de higiene  y seguridad en sus múltiples facetas comerciales, contrario a lo que ocurre  donde  se ha instalado esa plaza, un lugar caracterizado por la arrabalización y el enorme cúmulo de basura.

A pesar de que ese mercado reporta unos 25 millones de pesos, sus mercaderes no pagan impuestos municipales, mientras que el Cabildo invierte 250 mil pesos semanales en recolectar las toneladas de desperdicios que  dejan en la vía pública cada domingo.

Sin reparar en efectos económicos o sociales, Salud Pública está compelida a  adoptar cuantas medidas sean necesarias para evitar la penetración en forma de brote del cólera, por lo que sólo queda  el compromiso de mercaderes, venduteros, comerciantes o empresarios de cumplir a rajatabla con las normas de higiene o salirse del negocio.

Editorial de El Nacional

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