Páginas

miércoles, 16 de febrero de 2011

En España al culo le dicen culo



Hay colombianos que son unos verracos – no lo digo como sinónimo de cerdos-, para no llamar las cosas por su nombre, sino buscándole la comba al palo según decían los abuelos. Para los costeños es una cabriola de señoritos bogotanos llamar a la sarna urticaria y a la leche líquido perlático. Ahí no hay problema; la manía adquiere importancia cuando, con palabras y construcciones lingüísticas rebuscadas, se trata de encubrir situaciones ingratas, bajándoles el tono con eufemismos, definidos por la RAE con más eufemismos: son "manifestaciones suaves o decorosas de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante". Es diferente del leguaje técnico o particular, necesario para comunicarse entre pares.

Llamar a grupos de criminales "bacrim" es esconder lo que son: bandidos dedicados a la consolidación de las tierras usurpadas, al tráfico de drogas y a la defensa de espacios conquistados, mediante asaltos, desplazamientos y masacres, herencia de la seguridad democrática y la refundación de la República; es secuela tan evidente que ya lo afirma hasta el Sr. Pastrana; las llamaron también "fuerzas oscuras" así se vieran bien claras, cuando francamente eran paramilitares; y "autodefensas" tomándolo de los cuerpos armados paraestatales que el gobierno del Sr. Fujimori, hoy preso, creó para hacer lo mismo: enfrentar la miseria y la inequidad, generadoras de violencia, con batallones paramilitares. Por el camino del subterfugio idiomático se popularizó la expresión "falsos positivos" para denominar lo que son asesinatos de civiles inocentes por fuera de la guerra con armas del Estado, a cambio de recompensas que van desde las monetarias hasta los ascensos, en el desvarío de medir el éxito por el total de cuerpos contados.

Los ejemplos pueden multiplicarse en diferentes campos; mientras escribo oigo que el robo al país por dobles contabilidades para no pagar impuestos, de un 30%, lo llaman "evasión fiscal", que se remediada con nuevas reformas tributarias. Y el espionaje oficial es Departamento Administrativo de Seguridad DAS. Llamar las cosas con rodeos disimulados, sobre todo en la cosa política, es una práctica engañosa y gananciosa. La tradición franca y desparpajada del campesino, de un realismo descriptivo sorprendente, le dice bucha al buche; cuando los ponen a hablar fino dicen "estógamo". Y en España al culo le dicen culo.

Libardo León Guarín
Colombia
http://www.vanguardia.com/opinion/columnistas/92716-eufemismos
Foto: http://tiemposdeazucar.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario