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jueves, 3 de marzo de 2011

Oportuno respaldo




El respaldo de la organización Consumers International al Instituto  de Protección  al Consumidor (Pro Consumidor) en sus esfuerzos por proteger  derechos de  clientes de  servicios financieros,  demuestra que  en un mundo  dominado por  un tipo de economía salvaje, se requiere siempre de la solidaridad  entre los más débiles.

Esa entidad, que  agrupa a  220 organizaciones  de consumidores en 115 países, ha  endosado sólido respaldo a Pro Consumidor en su tarea de proteger a los consumidores de República Dominicana basándose en la legislación nacional y en la aplicación de la justicia.

 Intereses muy poderosos han pretendido aplastar como cucaracha el legal  reclamo de una institución de orden público de  asentar los contratos de servicios unilaterales o de adhesión que firman clientes con instituciones financieras, como si se intentara perpetuar el criterio de que  el ciudadano ordinario no  tiene dolientes.

Se procura castrar la prerrogativa que la ley otorga a Pro Consumidor para revisar esos contratos y determinar si adolecen de vicios de consentimiento o  contienen cláusulas cercanas a la estafa.

Consumers International  recuerda que  entre las resoluciones asumidas por los países miembros del  G-20, figura “la de desarrollar  principios comunes  sobre la protección  a los consumidores de los servicios financieros”.

A raíz de la  grave crisis económica  global, naciones grandes y pequeñas aplican estrictos controles para evitar cobros de intereses o comisiones ilegales o excesivas, basados en  lo que se ha denominado como  especulación financiera o economía de  casino.

 La ley faculta a Pro Consumidor  a registrar los mentados contratos de adhesión,  aquellos que son redactados a imagen y semejanza de los intereses de una parte, sin tomar en cuenta los derechos de la otra.

El apoyo de Consumers International a Pro Consumidor constituye un gran paso de avance en los esfuerzos colectivos por construir una auténtica democracia, que impida  el uso del poder económico y político  como garrote sobre  la cabeza del ciudadano desprotegido.

Editorial El Nacional
Caricatura: Cristian Hernández

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