"La pobreza (dominicana) de hoy, sin embargo, a pesar de ser hija de aquel desvalimiento de siglos, es también hija legítima de malas políticas públicas y de perversas decisiones políticas que obligan al dominicano a vender su voto, a cambiar su educación por la búsqueda fácil de la riqueza que se le niega de otra forma y a arriesgar su vida, su familia, su dignidad y su amor en las aguas del mar o en la aventura en otro país de idioma y costumbres distintas". + Expresada en su columna AM., de su artículo: Pobreza y desarrollo. Juan Santos / Desde La República Dominicana Foto: Dominicanos Hoy.com
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