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miércoles, 3 de agosto de 2011

No hay excusa ni atenuante para el crimen de José Silvestre


El asesinado comunicador José Silvestre.

Matar al ruiseñor
El secuestro y posterior asesinato del periodista José Silvestre consterna a la clase periodística nacional y al país en general, y no puede quedar impune.

Ahora se tejerán leyendas negras sobre la personalidad o la conducta del comunicador, pero lo que está claro de todo esto es que se trató de un secuestro y de un asesinato. No hay excusa ni atenuante para este crimen.

El periodista Silvestre se había caracterizado por sus denuncias, a veces ácidas, sobre situaciones que se presentaban en su comunidad y hasta fue demandado en justicia por difamación por un fiscal de la provincia. En aquel entonces, este diario exigió que se buscara una solución al caso. Hoy, lo único que podemos pedir es que las investigaciones se lleven hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga.

Matar a un periodista es como matar a un ruiseñor. Podrán apagar ese canto, pero surgirán mil ruiseñores más para hacer vivir el sonido de la libertad.

Y que no vengan ahora en que ese es un hecho aislado. La libertad es una e indivisible, como dijo un conocido escritor. No se puede atacar una libertad fundamental y pretender que no se están lesionando las demás.

Por la libertad de expresión se protegen las demás libertades. Gracias a ella, podemos conocer de los abusos que se cometen y defender a los individuos y a la comunidad de los atropellos.

No permitamos que la muerte de este ruiseñor se convierta en otro crimen más. Estaremos vigilantes.

Adriano Miguel Tejada
AM. / Diario Libre
http://www.diariolibre.com/noticias_det.php?id=300346

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