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lunes, 19 de diciembre de 2011

Capos de las drogas se mantienen en la impunidad



Tiburones y sardinas
Sin que la población se recupere del asombro por el decomiso el jueves en el aeropuerto de La Romana de 20 maletas con mil 67 kilos de cocaína que iban a ser trasladadas en un avión privado a Bélgica,  se anunció ayer la incautación  de otros 58 paquetes de la droga en la terminal Las Américas, que serían enviados a Puerto Rico, en inusitado trasiego de fin de año del narcotráfico internacional.

Aunque se ha dicho que  con relación a esos y otros  casos de  confiscación de  drogas en terminales aéreas son investigados  pilotos, empleados, agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y del Comando de Seguridad Aeroportuaria (Cesa), las autoridades no han revelado  ningún nombre ni mucho menos sometido a nadie a la justicia.

Sorprende el hermetismo oficial en torno a las identidades de las personas físicas o jurídicas que contrataron  el avión que transportaría los más de mil kilos de cocaína a Bélgica, tripulación, oficiales de la DNCD y del Cesa que permitieron  el ingreso a la terminal  de 20 maletas repletas de drogas.

En cuanto  a la droga incautada en Las América tampoco se ha revelado  el nombre del piloto  ni la procedencia de la avioneta que  llevaría el alijo a Puerto Rico ni mucho menos la gente involucrada en ese trasiego, como tampoco se ha dicho mucho en torno  al contrabando de  cocaína que se intentó  enviar a Estados Unidos   dentro de un cargamento de rulos.

La  presteza de la DNCD en   identificar  con nombres y apellidos a personas que detienen  con algunos gramos de cocaína contrasta con  su proverbial  silencio  cuando se trata de casos de marca mayor, en el que podría estar involucrado personal de esa agencia o de otros órganos relacionados con  la operación o seguridad de puertos y aeropuertos.

La ciudadanía desea y merece saber quiénes son investigados con relación  a ese  festival de drogas, incluidos propietarios de  aviones,  pilotos, empresarios, personal civil o militar o quien sea, porque la ley  debería tener alcance para  todo infractor, sin importar condición social, política, económica, religiosa o  de estrellas en el uniforme.

Si se tiene  el valor cívico de presentar  ante la opinión pública a un Juan Sin Nombre, deberían las autoridades  proveerse de los pantalones pertinentes para  presentar a quienes  se creen con poder  o influencia como para  colmar los aeropuertos de drogas.

Las estadísticas sobre narcotráfico  señalan que por cada alijo decomisado al menos cinco logran pasar los controles oficiales. Si así fuera no hay dudas de que República Dominicana ha sido convertida en uno de los más activos puertos internacionales de trasbordo de drogas, mientras  las  autoridades insisten en  presentar a sardinas y esconder a los tiburones.
Editorial El Nacional
Caricatura: Cristian Hernández
http://elnacional.com.do/editorial/2011/12/19/105352/Tiburones-y-sardinas

1 comentario:

  1. dondee sera que llegara la justicia de rep. dom. da pena y verguenza que casos asiii esten pasando aqui... respetenn, fracasados

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