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lunes, 26 de diciembre de 2011

La mayor concentración de poderes después de Trujillo



La nueva Justicia en la era de Mariano Germán
La reforma judicial dominicana se inició en 1997, con Leonel Fernández como presidente de la República y luego de que sesionara el Consejo Nacional de la Magistratura. Salió una nueva Suprema Corte de Justicia presidida por el doctor Jorge Subero Isa, quien era entonces presidente de la Junta Central Electoral.

Subero Isa encabezó el proceso de reformas y hay que reconocer tu hizo una gran labor. Méritos los tiene y nadie puede negarlos. Subero Isa consiguió darle solemnidad y respeto al poder judicial, lo puso a funcionar en otras condiciones, relanzó el tema ético y mejoró las condiciones laborales de los magistrados en todo el país.

Errores los tuvo, y varios. La SCJ legisló a su favor con una inamovilidad interpretada en forma acomodaticia, para el beneficio de los jueces del más alto tribunal. Negoció temas como el de los dominico-haitianos, negando derechos fundamentales, y derrotó derechos de minorías, como el de los cristianos no católicos, que demandaron la eliminación del Concordato por vía de de la SCJ como tribunal Constitucional.

Pero el gran pecado de Subero Isa fue haber dependido en exceso de la política y en particular del Palacio Nacional. Y esa dependencia fue recurrente siempre, hasta el último momento, cuando se enteró que Leonel Fernández ya no lo quería al frente de la SCJ, pese a que le había enviado señales de que él se mantendría en la posición que ocupó durante 14 años.

Subero debió interpretar que Leonel Fernández es partidario del sistema americano, donde se permite una reelección solamente, y nunca más. Es decir, ocho años. Leonel ha gobernado 12 años y deseará seguir, pero no auspiciaría que otro gobierno, bajo su sombra, 14 años la Suprema Corte de Justicia, si él mismo tiene en su entorno gentes más dóciles o que podrían ser incondicionales a los deseos del presidente o del ex presidente.

Mariano Germán, el nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia, quien jurará mañana en el puesto, es un hombre del presidente. Nadie lo duda. Es un buen abogado, con luces y capacidad sobradas para conducir la Suprema Corte de Justicia que deja Subero Isa. Lo que no está claro es si el doctor Mariano tendrá la voluntad de manejar los temas de la política judicial al margen de los deseos del doctor Fernández.

La justicia dominicana es un poder en sí mismo. Balaguer  acostumbró al país a controlar la justicia, y por esa vía tener más de un poder en sus manos. Leonel tendrá en sus manos ahora el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo. Los tres poderes. Entregará  en agosto el Poder Ejecutivo pero retendrá los poderes Judicial y Legislativo, a través de las designaciones hechas ahora por el Consejo Nacional de la Magistratura y de la elección congresual del 2010.

Es la mayor concentración de poderes que se recuerde en la historia dominicana después de Trujillo. Y obtenidos en forma legal. Las dudas son muchas a partir de ahora.

¿Qué pasará con los casos judiciales pendientes de solución, en los que el presidente tenía interés particular, y qué pasará con los múltiples casos civiles y penales en los que estaba involucrado el doctor Mariano Germán, nuevo presidente de la SCJ?

¿Qué pasará con los programas que había puesto en marcha Jorge Subero Isa, como el programa de Solución Alterna de Conflictos, dentro del ámbito de la justicia familiar?

En la primera reunión del Pleno de la SCJ deberán designarse las cámaras y los respectivos presidentes. Ya sabremos por dónde irá el sistema de justicia cuando se hagan esos anuncios. Mientras tanto, lo que sí hay es muchísima expectativa.
Editorial Acento.com.do

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