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miércoles, 29 de febrero de 2012

Gobiernos de Leonel han matado a más gente que los de Balaguer



El fucú del palacio
Si algunos de los desatinos que dice Leonel Fernández los dijera una reina de belleza, la reina de belleza sería considerada como una idiota, pero en el caso del señor Presidente, lo que hay que suponer es que él cree que los idiotas son los demás.

Eso es lo único que explica que este señor se atreva a mencionar los tapones de tránsito entre las reivindicaciones de un gobierno.

La circulación masiva a la que él se refiere como una conquista es la crónica congestión vehicular que tanto contribuye a que la vida urbana sea una absoluta desgracia y que debía tomarse como uno de los símbolos más representativos del fracaso rotundo de su gobierno.

¿Se habrá enterado este fraudulento traficante de postalitas bucólicas de que la República Dominicana ocupa el primer lugar el Hemisferio Occidental en inseguridad vial?

Todos esos carros públicos y los tumultos de motoristas suicidas que él ve desde los helicópteros como flotilla de progreso, son la expresión más acabada de la persistente ineptitud gubernamental para resolver un maldito problema asfixiante, que convierte las calles dominicanas  en vericuetos enloquecidos, violentos, ruidosos, en los que la gente tiene que animalizarse para transitar.

¿Será que el señor Presidente no sabe que en el 2010 se supone que hubo 33,114 accidentes de tránsito, de los que sólo se registraron 11,908, porque en el 64 por ciento de los casos la gente envuelta en los mismos decide no joder con eso?

¿Sabrá el Presidente que entre el 2004 y el 2008 murieron 7,000 personas por accidentes de tránsito y que sólo en el 2010 hubo de 2,373 muertos y  5,982 lesionados?

Con siete (no una, ni dos, ni tres, ni cuatro, ni cinco, ni seis, sino ¡siete!) dependencias estatales (infuncionales todas y atiborradas de botellas) dedicadas a bregar con el transporte y dos líneas del Metro, de cuyas cuentas lo único que  se sabe con certeza  es que son de locura y vértigo, pero no a  cuánto ascienden, el gobierno no ha conseguido ni siquiera descongestionar un poco la capital dominicana.

Mientras el señor se pasea en helicópteros para apreciar el Nueva York chiquito que ha surgido con el tráfico de drogas, (conste que soy partidaria de que las legalicen, tal vez así  a Amable Aristy le toque pagar un impuesto en su vida) el lavado de activos y los desfalcos al Estado, el año 2012 empezó hace 60 días y, de un solo golpe, terrible, conmovedor,  ya se registraron 56 muertes de náufragos en El Canal de La Mona.

La tragedia que no ha merecido ni media palabra del Presidente,  probablemente porque comparte con el senador Julio César Valentín su criterio de que la gente se va en yola por espíritu de "aventura" y ninguno de los dos se siente aludido con esa clase de problemas turísticos.

El año 2012 comenzó hace 60 días y en República Dominicana ya se han suicidado 67 personas. El año pasado los suicidios fueron 642.

En los últimos 7 años, en República Dominicana se han registrado 16,412 homicidios. Según las categorías que establece la Organización Mundial de la Salud,  República Dominicana padece una "epidemia" de esos crímenes.

El gobierno del Presidente Fernández, que en esta ocasión tiene ocho años ininterrumpidos en el poder, no ha armado una respuesta eficiente, integral, sistemática, a la epidemia de homicidios.

Pero tampoco tiene ningún programa eficiente funcionando para la prevención de desastres, a pesar de que el Presidente sabe que es una emergencia impostergable.

En los primeros 51 días de este año se reportaron ya 20 feminicidios, (en el 2011 el total de casos ascendió a 230) manteniendo República Dominicana un índice de esos crímenes que, con relación a su población, duplica el promedio de todos los países de América Latina. El 65 por ciento de esas tragedias se ejecutan con armas de fuego portadas con licencias legales que proporciona el gobierno.

Un por cierto alto de los otros homicidios también se ejecutan con armas de fuego legales. Parece que el partido que esté el gobierno le facilita la adquisición de licencias para porte de armas a cualquier desequilibrado que se meta en una de sus caravanas.

En lo que va de año, que son apenas 60 días, ya la policía ha ejecutado a más de más 40 personas en las calles. En los últimos seis años, la policía ha matado a 2,367 personas, no se sabe cuántas de ellas por equivocación, cuántas por malquerencias personales, cuántas como servicios de sicarios, cuántas por encargo de funcionarios del gobierno, cuántas por saber demasiado sobre crímenes y delitos cometidos en sociedad con la policía, cuántas por ser malhechores caídos en desgracia con las mafias que operan dentro de la institución o que han perdido la confianza de las mismas, o cuántas simplemente por encontrarse en el sitio equivocado cuando un sicópata de los que abundan en la policía tiene una crisis.

Los muertos de Balaguer se estiman  en unos 3,000, según consigna Moya Pons en su ensayo "Breve historia contemporánea de República Dominicana"  y a los 2,367 muertos de los últimos seis años de Leonel, hay que sumarles los muertos  de los dos primeros años de este período de ocho y los muertos de su primer gobierno, incluyendo los de Candelier, que hay que contarlos por centenares, aunque sin acercarse al millar, como los de Guzmán Fermín.

De Guzmán Fermín resultaría particularmente revelador que se contabilizaran los deliberadamente mutilados con disparos hechos a propósito para que no volvieran a caminar.

La primera dama debía hacer una fundación para donarles sillas de ruedas a los mutilados por la policía durante la jefatura de Guzmán Fermín. Yo me ofrezco como tesorera. Tengo noticias de un banco en Dinamarca que es más discreto que una tumba.

Los gobiernos  de Leonel  han matado más gente que los de Balaguer y han mutilado por lo menos el triple. Eso es lo que se llama un discípulo superar al maestro.

República Dominicana es uno de los países más deficientes de América Latina en nivel educativo e inversión en educación y el gobierno de Leonel Fernández se ha negado a aplicar su propia ley del 4 por ciento del PIB para la educación.

Transparecia Internacional presentó hace poco su informe sobre precepción de corrupción, colocando a República Dominicana entre los de corrupción  percibida como "galopante" .

Según los datos oficiales aportados por un funcionario incoloro, inoloro e insípido, llamado Hotoniel Bonilla,  entre el 2000 y el 2010, la corrupción (así, en abstracto, sin nombres propios) se tragó 104 mil, millones de pesos. No se sabe si eso incluye los sueldos de los empleados sin oficio en las dependencias inoperantes del gobierno, como la Dirección de Persecución de la Corrupción, que dirige el señor Bonilla.

¿Estará incorporada a esa cifra lo que le cuesta al pueblo dominicano mantener el clientelismo de los partidos, especialmente del partido en el gobierno? Los datos del clientelismo lloran ante la presencia de Dios. El PLD completo, como partido, creció alimentado por las nominillas ocultas, reveladas en el 2008 por Nuria Piera y que costaban al país 18 mil millones al año.

Por ley, el "Ministerio" de Agricultura sólo puede tener  3 viceministros, pero Leonel Fernández  tiene nombrados a 38.

La rapiña, el botellerío y el desorden en Relaciones Exteriores es exactamente los que cabría esperar de todo lo que emane de su incumbente, sabiamente elegido por Leonel Fernández, entre la crema de los desechos políticos del balaguerismo, de cuyos sumideros siempre saca unas bacterias caníbales con las que comparte del ADN.

En un trabajo publicado por Juan Bolívar Díaz se da cuenta de que las delegaciones diplomáticas de 15 países que tienen relaciones con República Dominicana suman 84 personas, pero las delegaciones diplomáticas  de la República Dominicana en esos países asciende a 442 personas.

Al Presidente Fernández no le abochorna, por ejemplo, que España presente a la República Dominicana una delegación diplomática integrada por 15 personas y que, en reciprocidad, República Dominicana le presente a España una delegación integrada por 89 personas.

El 9.8 por ciento de niños y niñas dominicanos menores de cinco años padece desnutrición y, a consecuencia de ello, entre 56,000 y 74,000 tienen un retraso irrecuperable en el crecimiento físico y en el aprendizaje.

¿La parte más terrible de esa situación? La que no se ve. Hay niños y niñas tan desvalidos, que el sistema no detecta su existencia, ni para reportarlos como prolongados moribundos.  De entre esos saldrán quizás los que se despescuezarán unos a los otros cuando Leonel Fernández vaya a repartirles cajas navideñas estampadas con la cara de él, con espaguetis y Pica-Pica, en el año 2040.

Hay un merengue llamado "El Fucú" que cantaba 20 años atrás mi músico popular dominicano favorito, Cuco Valoy. Recordé ese merengue otra vez –porque lo  he recordado en cada uno de los períodos de gobierno que he padecido- el pasado lunes, cuando leí en la tarde los reportes de prensa del discurso del presidente. No sé quién es el autor de la letra, pero es alguien que para 1981 ya había visto lo suficiente como para escribir:

"En El Palacio/hay un fucú/ que a todo el que llega/ le apaga la luz/ para que no vea/los problemas del pueblo/lo pone sordo/ lo deja ciego...".
Sara Pérez
DIARIO DE LA CIGUAPA
Acento.com.do
http://www.acento.com.do/index.php/blog/3504/78/El-fucu-del-palacio.html

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