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jueves, 6 de septiembre de 2012

Déficit fiscal extraordinario es el legado de Leonel Fernández



¿A dónde fue a parar?
El pueblo dominicano no está totalmente consciente de la magnitud del desequilibrio fiscal que nos afecta.    Pero por más que las informaciones económicas se demoren en publicar y se limiten en cuanto a su contenido, siempre llegan.

Tristemente confirman lo que algunos sospechábamos y otros denunciaron: un déficit fiscal extraordinario que aunque reiterativo en cada año electoral ascendió a montos inusitados; con la agravante de que aunque no hubo segunda vuelta, lo que algunos entendían era preferible para detener el desangramiento de nuestras finanzas, la hemorragia no se detuvo el día de las elecciones y siguió hasta el cambio de gobierno.

El déficit acumulado a la primera quincena de agosto de 2012 es de aproximadamente 80,000 mil millones lo que casi cuadriplica el previsto en el presupuesto para el año completo de alrededor de 23,000 mil millones.

Lo peor del caso es que ese  insólito aumento de gastos registrado durante los primeros 8 meses del presente año, no se hizo sentir en la economía dado que según las estadísticas oficiales y a pesar de una controlada inflación, los sectores productivos prácticamente no crecieron y más bien experimentaron decrecimiento respecto al año anterior; como tampoco aumentaron  las recaudaciones, dejando  fuera circunstancias excepcionales como la venta de determinados activos.

Hay que recordar que en julio del pasado año 2011 nuestras autoridades aprobaron una reforma tributaria al vapor so pretexto de que no se cayera el acuerdo con el FMI para que su directorio completara las revisiones quinta y sexta del acuerdo stand-by; luego de lo cual mandaron al FMI a unas largas vacaciones electoreras de más de un año que nos  costaron increíblemente caro; terminadas las cuales  nuevamente  lo estamos llamando.

Todo esto sucedió en nuestras narices, pero parecería que unas hadas nos encantaron y pusieron a dormir en el medio de una fiesta, hasta que llegara el nuevo gobierno; como sucedió en la celebración del bautizo de la princesa Aurora.  Ahora nos han despertado abruptamente con una alarmante situación fiscal que pone en entredicho todo el espectacular crecimiento y pujanza que nos decían que teníamos.

Otra vez sucede que las arcas que recibe un nuevo gobierno están totalmente vacías de haberes y con grandes deudas externas e internas bajo todo tipo de ingeniosas modalidades.  Esta vez la desastrosa situación no tendrá la “excusa” de una crisis bancaria interna, pero tampoco podrá ser utilizada de arma de batalla porque la casa no cambió de dueño, solo de inquilino.

Los contribuyentes  que sostenemos con los impuestos que pagamos este costoso  Estado, podríamos  nuevamente ser exprimidos para intentar sacarnos lo que nos queda para remendar estas maltrechas finanzas, por un gasto que no solamente no decidimos sino del que aparentemente tampoco nos beneficiamos indirectamente pues no se registró crecimiento en la economía. Por eso entre muchas otras cosas habrá que dilucidar a dónde fue a parar buena parte de ese insólito gasto, que al parecer no solo fue irresponsable sino también malicioso.
Marisol Vicens Bello
La Columna de Marisol
Acento.com.do
http://www.acento.com.do/index.php/blog/5807/78/A-donde-fue-a-parar.html
Imagen: Rosa María Antal

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