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jueves, 27 de septiembre de 2012

El astronauta del mes



                                                Gorgias / Wilson Morfe.

El silencio de Gorgias
El símbolo de la elocuencia galante de los Sofistas murió en silencio
Cuando Kenneth N. Frankel entregó el título de “Estadista del año” a Leonel Fernández, me sobrevino el silencio de Gorgias.

Gorgias fue aquel personaje pintoresco del grupo de los Sofistas griegos, quien no se atemorizaba jamás ante las posibilidades de asumir en la palabra cualquier causa, sin importar que fuera verdad o mentira. Llegó a dominar de tal forma la palabra  que él mismo se asustó porque podía desdibujar la realidad más concreta en virtud de un proceso de razonamiento envolvente, sustentado no en la lógica, sino en la dialéctica de una palabra mentirosa. En virtud de la fuerza de ese descubrimiento, Gorgias terminó por enmudecer para siempre. Jamás habló, atemorizado por el poder de la palabra, el símbolo de la elocuencia galante de los Sofistas murió en silencio, literalmente de un hartazgo de palabras.

Kennet N. Frankel es un alto dirigente del Consejo Canadiense de las Américas, y de la Barrick Gold, instituciones que otorgaron el “título” al mandatario dominicano.  Y uno entiende que los más de cuarenta mil millones de dólares que  Leonel Fernández dio en concesiones graciosas a la Barrick Gold la lleven a otorgarle no digo yo  este rimbombante galardón, sino hasta construirle una Catedral tan grande como la de Higüey;  pero de ahí a hurtarnos la realidad para justificarlo hay mucho trecho.

Frankel dijo, una y otra vez, que el “estadista del año” había hecho una obra económica que se podría calificar de “milagrosa”,  y entonces yo pensé que si el ser es angustia el “Estadista del año” me había jodido la vida, porque yo ni siquiera sabía si ése “milagro” de que hablaba Kennet N. Frankel  había ocurrido en esta media isla o en Estrasburgo, una región de Alemanía en la que según Leonel le parecía haber estado viviendo en los últimos años.

Como desde Gorgias sabemos que las palabras nos engañan y ocultan lo que quisiéramos saber, se me ocurrió pensar en lo que verdaderamente hizo  el “Estadista del año” en este país. Una deuda externa de más de veintinueve mil millones de dólares, que sobrepasa  dos veces la deuda acumulada de toda la historia republicana, y un déficit fiscal insólito, casi demencial, que alcanzará algo más de 120 mil millones de pesos.

El país más corrupto del globo terráqueo, la educación más deficiente del universo,  uno de los tres países del mundo con el mayor índice de inequidad, el sistema hospitalario más perverso del continente, el número dos en la falta de transparencia en el manejo de los fondos públicos, y el manto de impunidad más impenetrable para la persecución del delito. Un país de hinojo, postrado ante la impotencia. Que, además, tuvo que invertir más de 50.1 millones de dólares en viajes al exterior, para que el “estadista del año” le diera alpiste al súper-ego y a la megalomanía   que lo dominan. Y aquí estamos, por su obra, a punto de que nos hagan pagar los platos rotos.

Entre las cosas más degradadas de la vida política  y social dominicana  está la palabra. Algo verdaderamente significativo, porque es desde las palabras que acumulamos un porcentaje esencial de nuestras experiencias. Leonel Fernández  y su equipo de promoción  están transitando el empedrado suelo de la degradación de la palabra, y nos quieren hacer perder en la táctica y las estrategias de todos cuantos desean manipularnos. Pero, no.  Con este montaje incluso han llegado hasta el ridículo. ¿Hay alguien en este país que pueda creer, sinceramente, que Leonel Fernández es el “Estadista del año”? ¿Puede la Barrick Gold hacernos perder el sentido de la realidad? ¿Si el “Estadista del año” realizó un milagro económico, por qué diablo nos van a subir los impuestos?

Pobreza tan vasta y lastimera la de la palabra entre nosotros, que cualquier mentiroso nos quiere robar la realidad en la imaginería. ¡Si Leonel Fernandez es el “Estadista del año”, yo soy, por lo menos, el Astronauta del mes!
Andrés Luciano Mateo
Hoy Digital.com
Dibujo: Wilson Morfe
http://hoy.com.do/opiniones/2012/9/26/448087/El-silencio-de-Gorgias

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