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miércoles, 21 de noviembre de 2012

Danilo Medina: presidente-prisionero


Al PLD le llegó su "San Martín"
No hay duda de que Leonel Fernández pasa por su peor momento, lo admiten y dicen algunos de sus cercanos y alabarderos. También que existen muchos elementos para decir que independientemente de lo que suceda con la denuncia querella  contra él interpuesta ante el Ministerio Público, su actual situación constituye el inicio de un acentuado proceso de deterioro de su imagen personal y política, que a su vez podría ser fatal para Danilo Medina, su gobierno y para el propio PLD.

En efecto, las últimas acciones de protestas contra Fernández en las calles, en diversos medios de comunicación nacionales y extranjeros han sido contundentes y  por primera vez se le ve nervioso y a la defensiva. Eso lo condujo a materializar la infeliz iniciativa de su discurso el pasado martes, el cual, sin entrar a discutir su forma y contenido, constituyó  un acto de fuerza de su parte que incuestionablemente afectó la ya cuestionada imagen de Medina.

Están muy generalizadas la idea y expresión de que el presidente Medina carece de la suficiente independencia para hacer su propio gobierno, que  es prisionero del grupo de Fernández por las circunstancias que lo llevaron a pactar con este último para lograr la nominación de su partido como candidato presidencial. El referido discurso, pronunciado un día antes de que  Medina saliera del país a una cumbre de presidentes, refuerza su imagen de presidente-prisionero.

Las protestas contra Fernández se amplían y con ellas el repudio a Medina, a su gobierno y al partido de ambos. Eso evidencia una complejidad del problema, porque mientras más se agudicen las acciones de protestas contra Fernández, más necesitará de la solidaridad de Medina y mientras más solidario sea este con aquel, más se confundirán en un abrazo mortal para el gobierno y su Presidente. Desafortunadamentepara Medina, los lazos que lo unieron y unen hacen en extremo difícil un distanciamiento que en algo lo protegería de los efectos corrosivos de las protestas.

El espíritu de cuerpo  de ese partido, transformado en una maquinaria que se le escapó del control de quien una vez fuera su contralor: Medina, determina un apoyo a Fernández y a sus principales dirigentes, hasta ahora monolítico. Para ellos, lo más importante es su supervivencia y la de su jefe principal, por lo cual  el tema del gobierno es por ahora secundario, algo que sabe Medina.

Los momentos de crisis en las instituciones refuerzan la tendencia a  buscar el reforzamiento de la unidad interna y esa lógica opera en esta circunstancia de generalizado repudio a una administración pasada que influye decididamente sobre la presente.

Pero, independientemente del desenlace que puedan tener las protestas, su multiplicación, contenido, gravedad y veracidad de los hechos que denuncian, sacudirán profundamente a ese partido, perdiendo su hegemonía en una significativa franja de los sectores medios urbanos que los han sostenido política y electoralmente.

El PLD no tiene experiencia de democracia interna,  pasó de un caudillo a otro, por lo cual, un deterioro de este último lo obliga a vivir una desconocida experiencia de liderazgos compartido.Hoy, como dice el refrán, parece que  le ha llegado su San Martín
César Pérez
Hoy Digital.com.do
http://hoy.com.do/opiniones/2012/11/20/455589/Al-PLD-le-llego-su-San-Martin

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