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lunes, 19 de noviembre de 2012

El cuerpo del delito


¡Buen trabajo, Funglode!
Durante su primer periodo como presidente de la Republica, Leonel Fernández estableció la Fundación Global Democracia y Desarrollo, Funglode. Sabía que sería la hija más próspera de su gobierno.

Nació de las entrañas del poder, en cuna de oro. Era de suponer que le enviaran regalos costosos y facilidades de funcionarios, contratistas, empresarios, comunicadores, líderes nacionales e internacionales. Efectivamente, la niña creció rodeada de mimos.

En los viajes de su progenitor, la tenían presente. Le traían ofertas y obsequios significativos. De ahí que durante los tres periodos de gobierno de su guía y mentor, fue bien atendida, se desarrolló fuerte. Ocupaba lugares preferenciales. Era la anfitriona de las mejores fiestas y actividades artísticas y culturales, tales como festivales de cine, competencia de golf, seminarios, conferencias con intelectuales.

El gobierno, en lugar de trabajar para que esa misión fuera del Estado, optó por darle las riendas a ella. La idea era que fuera el único astro brillando en ese firmamento, después del Despacho de su Primera Dama. Los encargados gubernamentales de esas áreas, le ayudaron en la tarea.

Hoy, esa institución privada, tiene una millonaria infraestructura física. Fue apadrinada para crecer y amarrar eventos de prestigio, que la proyectaran. Se podía ser deficiente en servicios públicos de energía eléctrica y educación al pueblo, pero jamás fallarle a Funglode. Todas las fuerzas poderosas, durante doce años, han estado atentas a satisfacer sus deseos y necesidades.

Fue la única que progresó de manera estable, en los gobiernos del PLD. Cualquier evento que patrocinara, tenía el triunfo asegurado. No faltaban recursos para atender a la niña linda, del presidente de la República y del partido en el poder.

Hay quienes piensan que si esa atención la hubiesen recibido el Ministerio de Educación o el de Salud Pública, por ejemplo, la población estaría radiante, como el propietario de Funglode. ¡Ay!, Leonel, ¿Qué opinaría Bosch?

Indiscutiblemente, que los hijos de Machepa, inconcientemente, hicieron su aporte a esta fundación. Es penoso que a ella solo tengan acceso los oligarcas tutumpotes. ¡Cuanta injusticia y provocación!. Duele que manejaran miles de millones de los bienes del pueblo y solo quedara un hoyo fiscal. Debieron dejarle aunque fuera un Funglode a los pobres, administrado por el gobierno. Con los beneficios de sus actividades o participando de ellas, hubiesen elevado el nivel educativo.

Dicen que la inversión en esa institución privada, fue una “propuesta estratégica” para servir al pueblo. Oh, ¡Bien por ti! Pero se necesita “cara dura”, coraje, para llevarla a cabo y disfrutarla en medio de este asco de país, lleno de miseria y delincuentes.

Siento vergüenza y me apena observar productores de cine y encargados de actividades culturales, arrodillarse frente a este monumento que pudo haber sido del pueblo.

Todavía, muchos preguntan sobre la paternidad de Funglode. ¿Es hija ilegítima, producto de un cuerno al pueblo? ¿Es fruto del trabajo personal de su fundador?.. ¿Qué apellido le encaja mejor, institución pública o privada? La verdad, no lo se. Alguien me dijo que es “una propuesta estratégica, surgida luego de analizar fenómenos globales y con el fin de contribuir a políticas públicas, artísticas y culturales para garantizar servicio de eficiencia a sus fundadores” No entendí bien. No sé conceptualizar, pero creo que es eso.

La paternidad que está clara, es la de fundaciones como las de Bill Clinton y Jimmy Carter. Las establecieron cuando salieron de la Presidencia de los Estados Unidos.

Bueno, cada quien actúa acorde con su formación y el molde cultural que la sustenta. En nuestro caso, es penoso.


Venecia Joaquín
Z - 101 Digital.com.do
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