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lunes, 1 de abril de 2013

Yo padecí la fiebre del dengue

    Aedes aegypti.

Confieso que por momentos pensaba que si esta "gripe" le tocaba a un infante o a un anciano, no la rebasaría
El lunes en la tardecita me invadió la sensación de un malestar típico de la gripe. Sentía que las defensas de mi cuerpo estaban batallando con algo grande, las fuerzas me abandonaban y me atacaba un sopor catastrófico.

Inmediatamente el entorno familiar se puso en guardia, un frasco de vitamina "C" en pastillas disolventes. Un jarabe de berro y cebolla (soy fumador), acetaminofén para bajar la fiebre y calmar el dolor, pastillas de hígado de bacalao para reforzar y compradera de jugos acartonados, gaseosas de botella verde y sopa para la cena.

Juro que el martes pensaba que me había llegado la hora. Mi cuerpo parecía que había sido molido a batazos, el sueño se imponía al deseo de estar despierto y las pesadillas eran más horribles que la realidad que vivimos como país.

Continuaba con mis medicinas para el resfriado. Tenía que lavarme dos veces al día, los sudores y las fiebres eran algo nunca vivido antes. El miércoles la cabeza parecía que iba a explotar. Dormir era un martirio, no sabía a veces si estaba despierto o si dormía, actuaba durmiendo como si estuviera despierto y despierto accionaba como si durmiera.

Confieso que por momentos pensaba que si esta "gripe" le tocaba a un infante o a un anciano, no la rebasaría. El jueves, alguien tuvo la brillante idea de recomendarme un análisis de la sangre. Allí se supo que mis plaquetas estaban en un rango peligroso. De un promedio de 450 mil, estaban en 150 mil: ¡Era dengue lo que  tenía!

Como vivo en un sector altamente poblado de inmigrantes ilegales (viven o trabajan por aquí), el dengue es perenne entre esta población que habita en la más absoluta insalubridad, un mosquito aedes aegypti entró por mi ventana, me picó, infectándome con el famoso dengue.

Suspendí el tratamiento familiar y lo reduje a las recomendaciones médicas: acetaminofén para fiebre y dolor. Pedialite y Gatorade para hidratar (por los electrolitos), descanso y comida ligera para no exagerar. Me hicieron dos exámenes más de la sangre, las plaquetas seguían bien abajo, no hay nada que hacer más que esperar. Lo de el jugo de guayabas y pimiento morrón no es cierto, no suben las plaquetas, parece que coincidió con alguien y lo dieron por un hecho. Los médicos no aceptan como bueno y válido este recurso.

El lunes se cumplió una semana, el dengue pasó. Las plaquetas han ido aumentando porque la médula ósea las está produciendo. El dengue se llevó muchas libras de peso de mi cuerpo, me dejó como un bacalao y lo único bueno que me quedó es que ya estoy inoculado, supuestamente el dengue no repite.

En mi caso particular no fue hemorrágico, fue benigno, no tuve ni diarreas ni vómitos, compadezco a los que tienen que agregar a lo que pasé estos dos síntomas.

Quise contar esta experiencia para que tomen precauciones. No hay salubridad pública, las calles y hogares están repletas de mosquitos y el dengue ya es endémico en esta media isla insufrible.

Luis Del Monte / Desde La República Dominicana

2 comentarios:

  1. Ojo amigo ... mucho cuidado - no es que el dengue no se repite. Ahora te tienes que cuidar más que nunca - como ya te agarró una vez, ahora tienes anticuerpos; si te agarra otra vez el virus, es casi cierto que lo tendrás hemorrágico. Consulta tu médico otra vez y busca leer más sobre el hemorrágico.
    Además empieza la camapaña por tu zona para que eliminen los criaderos, principalmente por reservorios de água al aire libre y matorrales abandonados sin poda.

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  2. Gracias Sr. Ferrari, por visitarnos y por su opinión. Esta sí que es una novedad, el enterarme que el dengue repite y en versión más letal.

    No había consultado médico, fue una información en Internet que aseguraba que la enfermedad inoculaba al que la padecía.

    Le agradezco su consejo y tomaré las previsiones de lugar. Y nuestros visitantes están enterados.

    Luis Del Monte.

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