Danilo Medina dirige una orquesta sin partitura

Partitura ajena
El presidente Danilo Medina dirige una orquesta, sin partitura. O los intérpretes tienen la propia, ajenas a la de Medina.  Desafina una buena ejecución, como se delata en sus  tareas oficiales. En política exterior, está resultando desastroso. Ocurre cuando un jefe de Estado gobierna sin su verdadero equipo. Con la gente que siempre han estado a su lado, en las buenas y en las malas, quienes han aprendido a  caminar al compás de sus pasos.

Estos no son tiempos de liderazgos solitarios. Peor es mandar a contrapelo de funcionarios marcados y comprometidos con la pasada gloria de presidente que amenaza con volver. Sus lealtades están, inquebrantablemente, vinculadas a ese pasado.

Esto explica que el Presidente diga una cosa, y sus funcionarios hagan otra. Bajar la tasa de interés para las Pymes no ha ido más allá de sus intenciones. Anuncia obras, subsidios que no superan la prueba de las visitas sorpresa. Al día siguiente nadie estaba ahí. Eso no fue conmigo.

Responsable de tal incongruencia, el Comité Político del PLD compite con el actual gobierno, como si su éxito representara una derrota para el anterior, que lo es. Pero ceñido a una  disciplina partidaria inconsecuente,  Medina está sacrificando los resultados, poniendo en entredicho los resultados de su mandato. Proyectarse es vital para un dirigente político.  De seguir acompañado de un equipo que no le responde, encontrará en el futuro poco que reivindicar, a no ser dar continuidad a lo encontrado, incluyendo a los funcionarios leales a Leonel Fernández. .

De ahí que cada dirigente tenga, además de su librito, sus hombres. Los acuerdos políticos suelen alterar este propósito, pero la destreza del estadista se revela en saber sortear la situación.

A propósito, concluido su mandato y sometido a un natural cuestionamiento, ¿protegerán los amigos de Leonel a Medina? ¿Estarán animados a defenderlo los que han sido excluidos de la repartición del pastel? Pocas veces el sacrificio y la lealtad superan la prueba de la falta de atención y correspondencia. La soledad del poder, al final de la jornada ofrece todas estas posibilidades.

Eduardo Álvarez 
(cenitcorp@gmail.com)
El Nacional
http://www.elnacional.com.do/opiniones/2013/6/21/163498/Partitura-ajena