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miércoles, 12 de junio de 2013

La estructura orgánica del PLD la controla una mafia


Impunidad
Si el presidente, en vez de llamarse Danilo Medina, se llamara Hipólito Mejía, el nuevo modelo penitenciario estaría abarrotado de ex funcionarios del gobierno de Leonel Fernández, incluyéndolo, pero con un problema de gobernabilidad que, por razones políticas,  económicas y sociales, lo colocaría al borde del colapso.

Hipólito Mejía no quiso negociar impunidad por gobernabilidad,  pese a los múltiples intentos del expresidente Fernández en ese sentido.

Ese pacto, impunidad por gobernabilidad, lo hizo Danilo Medina.  Y hoy paga las consecuencias. No ha podido, ni podrá, “hacer lo que nunca se ha hecho”. Está atado de pies y manos para aplicar el artículo 146 de la Constitución que combate la corrupción invirtiendo el fardo de la prueba.

A casi un año, no ha podido perfilar ni apuntalar su gestión. Aquel maletín, el Estado,  que creyó era una fortuna, estaba lleno de “facturas por pagar” eran el resultado de la corrupción y el saqueo de gente de su propio partido. Gente que, en vez de ocupar todavía cargos en el Estado, debería estar en la cárcel.

La estructura orgánica del PLD la controla una mafia.  La democracia interna fue secuestrada  para impedir deserciones y críticas de la reserva ética y moral que aún debe quedar en  ese partido. Danilo no puede, de momento, enfrentar a la OTAN del Comité Político y el Comité Central, aunque lo desee de corazón. Si quiere gobernabilidad, debe esperar una coyuntura. Pero el tiempo no se detiene. Pronto cumplirá un año en el Palacio Nacional. Antes del tercer año la campaña electoral  tomará la fuerza de un torbellino.

La crisis del PRD ha contribuido con la gobernabilidad. El PRD, en manos inequívocas de Hipólito Mejía estaría haciendo oposición de verdad.

Si Danilo, al llegar al Palacio Nacional hubiera creado un nuevo gabinete, su gabinete, y les da luz verde a los nuevos funcionarios para no ocultar los hechos de corrupción, la mayoría estaría en los tribunales o en la cárcel. La instrucción fue guardar silencio, “no mirar hacia atrás”, ni lanzarle ladrillos al pasado. Borrón y cuenta nueva. ¡Impunidad por gobernabilidad! ¡Uff!

De todos modos, el doctor Guillermo Moreno, de Alianza País, ha tenido el coraje de someter a la justicia a Leonel Fernández. La Fiscal del Distrito rechazó la querella. Pero Guillermo  ha entregado el escrito de objeción al archivo definitivo de la querella. Es un libro con más de 200 páginas, lleno de pruebas irrefutables suficientes no solo para una investigación, sino para el sometimiento a la justicia del expresidente y su posterior condena junto a sus socios.

Juan Taveras Hernández (Juan TH)
( (juanth04@hotmail.com))
El Nacional
http://www.elnacional.com.do/opiniones/2013/6/12/162534/Impunidad

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