Páginas

martes, 4 de junio de 2013

Lo más desolador y tenebroso de la Era de Leonel es que ha apagado las luces y ha cerrado las puertas

     Imagen cortesía de Paramount Pictures.

Aliento y respaldo para Guillermo Moreno
Semanas atrás escribí un artículo hablando sobre la importancia de la iniciativa del doctor Guillermo Moreno de presentar ante la justicia dominicana una querella contra el ex-presidente Leonel Fernández.

Conste que éste no solo debía estar sometido -y preso- por los tejemanejes de Funglode, sino por el hoyo fiscal de 200 mil millones, recursos de los que dispuso violando la Constitución dominicana y los procedimientos administrativos correspondientes; por el contrato vergonzoso, indigno, fraudulento, humillante para República Dominicana, con la Barrick Gold; por el expediente de la Sun Land, por mantener un partido con los recursos del Estado, por convertir ese partido en la corporación delictiva y criminal más corrosiva que ha tenido el país en toda su historia; por tolerar, consagrar y promover la Policía como una banda de asesinos y hacer de ello una política pública; por enriquecerse y enriquecer hasta el asco y utilizando las plataformas del gobierno, a los integrantes de su entorno y a sus testaferros; por oficializar el narcotráfico y el lavado de activos como el colchón de la gobernabilidad nacional; por poner en peligro la supervivencia comprometiendo recursos naturales mermados por la continua depredación; por despojar al país de sus playas como espacios públicos; por auspiciar el desorden infernal del transporte; por acarrear lambones en vehículos de las instituciones públicas para que vayan a aplaudirlo; por utilizar recursos y personal del gobierno para promocionarse internacionalmente; por multiplicar y afianzar el clientelismo, por secuestrar la justicia, el Poder Legislativo y la mayor parte de la prensa; por convertir la oficina de la Primera Dama en un drenaje en chorrera; por promover el envilecimiento de artistas, “líderes” de la “oposición”, intelectuales, pretendidos intelectuales, héroes y pseudo-héroes en bancarrota, necesitados de pensiones, donaciones y préstamos, periodistas, abogados y abogaduchos, nacionales y extranjeros, comprándolos  con el dinero y los favores del país por millares, como si fueran gallinas ponedoras.

La querella presentada por el doctor Moreno, contiene una exposición de irregularidades y fechorías ejecutadas desde Funglode y es la punta del iceberg.

Su condición de emblema y signo estruendoso y visible de la corrupción encabezada por Leonel Fernández, se lo confiere el hecho de que existe esa documentación con implicaciones legales y naturaleza de indicio y prueba que involucra al ex-presidente.

Sin embargo, la querella fue desestimada por la Procuradora Fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, quien con esa decisión desechó múltiples oportunidades, siendo quizás las menos relevantes las que van a marcar a la funcionaria individualmente por siempre, las relativas a ella misma como ciudadana y como profesional del derecho.

Las otras consecuencias son las más costosas y temibles porque nos afectan a todos, marcan negativamente al país y al ministerio público y repercuten de forma lamentable contra los reductos de derecho, institucionalidad, justicia y democracia. Cuestiona la utilidad y validez de las leyes ante cierta clase de personajes, empaña el desempeño de quien representa a la sociedad en los tribunales de la República y trastorna las esperanzas y expectativas de enmiendas, a la vez que se da un espaldarazo a la corrupción y a la impunidad.

Ver a la joven fiscal en tan bochornosa función genera no solo indignación, sino una terrible sensación de asfixia y pérdida, un malestar no exento de justificado temor.

El temor a la prolongación indefinida de este desastre y dado el éxito y la ausencia de sanciones que lo acompañan, la masificación del gansterismo como mecanismo de “progreso” personal.

Lo más desolador y tenebroso de la Era de Leonel es que ha apagado las luces y ha cerrado las puertas.

Justo porque es ese el escenario, tiene tanto valor la iniciativa del doctor Guillermo Moreno de presentar ante la justicia embozada y maniatada, su demanda formal, recogiendo un ejemplo de las inquietudes y quejas de esa parte del país que siente y sabe que lo acontecido durante la gestión de Fernández no debe mantenerse (ni prolongarse impunemente como ocurre ahora), ni repetirse nunca más.

Vaya todo el apoyo y todo el aliento para el doctor Moreno y para todas las personas y organizaciones que han levantado su voz para denunciar y poner en evidencia la corrupción encabezada por gobernantes y autoridades.

Si la fiscal y la justicia no están en condiciones de examinar las pruebas y si no pueden ver los pedruscos que las componen, llevemos el caso hasta donde sea necesario y en tanto celebremos los juicios nosotros.

Es una deuda que tenemos con el país.

Sara Pérez
DIARIO DE LA CIGUAPA
Acento

No hay comentarios:

Publicar un comentario