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lunes, 18 de noviembre de 2013

Entreguistas y vendepatria


Patriotismo de cartón
Que entreguistas y vendepatria se quieran arrogar el derecho de hablar como lo únicos representantes de la nación y que incluso llamen “traidores” a verdaderos patriotas, a buenos dominicanos, no es nada nuevo. Alarma, eso sí, que lo hagan en pleno siglo XXI.

Adolfo Hitler hablaba a nombre de Alemania, Augusto Pinochet a nombre de Chile, Benito Mussolini creía representar el bien de Italia, Francisco Franco se pronunciaba a nombre de España y Trujillo se consideraba como el gran protector de la República Dominicana.

Reconozco que todos ellos, en su momento, tuvieron legiones de seguidores, algunos por convicción, otros por ser simples incondicionales y serviles, ya sea porque estaban envilecidos, por miedo, por ignorancia o por oportunismo. Pero en todo caso, la historia se encargó de demostrar que estaban equivocados. Y hoy, lejos del fanatismo que despertó su liderazgo, impuesto muchas veces a sangre y fuego, todo hombre sensato reconoce que esas bestias y sus regímenes y sus leyes jamás debieron existir.

Pedro Santana, el mismo que si bien se destacó en los campos de batalla contra las tropas haitianas, nunca creyó en un proyecto de nación Independiente, como lo concibieron los trinitarios, se atrevió a llamar traidor a Juan Pablo Duarte y lo obligó a vivir en el exilio.

En nombre de la Patria, Santana mandó a fusilar a María Trinidad Sánchez en el primer aniversario de la Independencia. En nombre de la Patria, Santana y su claque, también ordenó fusilar a Antonio Duvergé, a Francisco del Rosario Sánchez y muchos otros patriotas bajo la acusación de traidores a la Patria, pero desde que pudo, anexó la República a España…y el resto de la historia es conocida.

En nombre de la Patria, el dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina ordenó el fusilamiento de cientos de opositores, entre ellos los expedicionarios del 14 de Junio de 1959, las hermanas Mirabal y muchos otros héroes anónimos. Paradoja: Trujillo era “patriota”, y quienes se le oponían eran llamados traidores.

Por eso no hay que extrañarse de que promotores del odio y la división entre los dominicanos se atreva a llamar traidores a la Patria a gente honesta como Huchi Lora o Juan Bolívar Díaz y a otros muchos hombres y mujeres, que como ellos, creemos en que no hay manera de justificar la ignominia que significa la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional mediante la cual se despoja de la nacionalidad dominicana a decenas de miles de ciudadanos nacidos aquí antes de 2010.

Menos quienes se quieran hacer los tontos, o gente muy confundida por una retórica patriotera, ha de reconocer que detrás de todo esto hay una actitud racista y excluyente; dirigida especialmente en contra de los haitianos y miles de dominicanos descendientes de haitianos, porque son “prietos, feos y pobres”, olvidando que somos un pueblo de mestizos, fruto de una hermosa mezcla entre negros esclavos provenientes de África, y blancos españoles, porque a los indígenas los exterminaron bien temprano.

Nótese que entre esos pseudos patriotas están la familia de abogados que más veneno, odio y racismo ha destilado, pero al mismo tiempo ha defendido contratos onerosos como el de los Rayos X en los puertos del país, por solo mencionar uno de sus “servicios a la Patria”.

Entre esos patriotas de nuevo cuño están los que casi regalaron el oro de la mina de Pueblo Viejo Cotuí, a un precio tan vil, que el propio presidente Medina tuvo que decir que se trataba de un contrato “inaceptable”.

Entre los llamados nacionalistas están los mismos que entregaron los peajes, los que depredaron el erario y se enriquecieron de la noche a la mañana y hoy hasta dan charlas de moral y someten a quien hable mal de sus malas artes.

Gente que reniega del legado ético y moral que dejó el profesor Juan Bosch y que hoy tiene como único Dios la riqueza. Gente que le mató la esperanza a este pueblo.
Entre los supuestos patriotas están algunos que dicen ser cristianos, pero que promueven el odio y la exclusión.

Pero no hay que dejarse engañar por ese tipo de poses, porque en definitiva el suyo no es más que un “patriotismo de cartón”.

Germán Marte
El Día.com.do
http://eldia.com.do/patriotismo-de-carton/autor/g-marte/

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