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sábado, 9 de noviembre de 2013

Escándalo por compra de aviones militares Súper Tucano se expande

Uno de los Súper Tucanos aquiridos. Foto: Acento.com.do

¡Escándalo! Tucano y turpenes… crónicas de una compra fraudulenta
Ocho aviones Súper Tucano, comprados innecesariamente en Brasil por mandato del expresidente Leonel Fernández, le costaron al Estado dominicano 98,647,000 dólares. El valor real de esos aviones es de 1.250,000 millones de dólares por unidad, lo que suma un total de 10, 000,000 dólares. La sobrevaluación fue de algo más de más de 87 millones  de dólares. Una verdadera estafa. Así lo denunció el periódico "Tiro al Blanco", en el 2008.

En la publicación de R.S warbird (623-703-3500) sitio www.controller.com, se puede localizar en Internet, en la página 55, se establece que ese es el precio real de ese tipo de nave reconstruida. Nos referimos a los Tucano short MK1 de cuatro hélices, cabina full.

La compra fue absolutamente innecesaria, porque antes de concretarse esa operación, el Gobierno chino de Taiwán le ofreció gratuitamente al Gobierno dominicano ocho aviones de superior calidad para los fines de persecución de vuelos ilegales. Tal información fue ofrecida recientemente por el general (r) Rafael Pércival Peña, quien a la sazón era agregado militar en Taiwán, fue el receptor de la propuesta china, visitó la fábrica de los T-D3 y le transmitió al Gobierno dominicano y a la Secretaría de la FFAA todos los detalles.

Se trataba de aviones caza T-D3, que despliegan más velocidad en crucero que los Súper Tucano (360 nudos), tienen más techo de vuelo (más altura), y son mucho más versátiles. Son especialmente diseñados para misiones de persecución.

Los Súper Tucano tienen una velocidad máxima de 220 nudos, y en lugar de aviones para tareas de persecución, son aptos para misiones contra-insurgentes.

Sin mediar explicación, el presidente Fernández, el teniente general Peña Antonio y el mayor general Carlos Altuna Tezanos, Secretario de Estado de las FFAA y Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea Dominicana-FAD, no le dieron curso a la oferta taiwanesa y optaron por la compra sobrevaluada de los Súper Tucanos en Brasil. Más tarde Fernández llegó a posar en uno de esos aviones.

El 7 de agosto del 2008 el Senado de la República recibió a los generales Peña Antonio, Altuna Tezanos, Hugo González Borrel, Pedro Valenzuela Quiroz (asistente de Peña Antonio), al coronel Carlos Piccini (compadre de Peña Antonio y reintegrado por él) y a Andrés Vanderhorst (director de Aviación Civil) para escuchar la fundamentación de esa compra y darle curso.

El coronel Piccini, ahora acusado de recibir por esa operación un supuesto soborno de 3,400,000 dólares, sin ser piloto, estuvo a cargo de la exposición técnica. La denuncia procede de un banco estadounidense usado para el lavado de esa suma y ella catapulta al presente lo que antes se taponó aun después publicada la esencia de la operación dolosa en Tiro al Blanco.

Los generales presentes tampoco sabían de ese tipo de aviones turbo-fan, puesto que son pilotos  de helicópteros y otro tipo de aviones. Estuvieron presentes también como invitados los señores Marino Vinicio y Pelegrín Castillo.

El Senado, como era de esperarse, avaló el contrato sin investigar nada. El coronel Piccini fue anteriormente cancelado y puesto en retiro por desfalco comprobado cuando desempeñaba funciones en Aviación Civil durante el último gobierno de Balaguer. Fue reintegrado a la FAD por Peña Antonio.

De buena fuente sabemos que Peña Antonio y Altuna Tezanos se pelearon a la hora del reparto. Es obvio que los impulsores de esa compra fraudulenta, comenzando por el ex-presidentes Fernández, fueron los beneficiarios de la misma y está claro que en los archivos oficiales del gobierno civil y de sus Fuerzas Armadas (Secretaría FFAA y Jefatura de la Fuerza Aérea Dominicana-FAD) deben reposar los documentos de esa transacción, o de lo contrario fueron sustraídos, lo incriminaría más aun a los jefes de ocasión.


Narciso Isa Conde
Z-101 Digital


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