Páginas

lunes, 31 de marzo de 2014

Pudrición en el Ministerio de Relaciones Exteriores


Vergüenza de Cancillería
Desde hace bastante tiempo se denuncia de los excesos de personal que poluciona el llamado “Servicio Exterior”, sin servicio alguno y de exterior muy reducido, porque la mayoría de los designados residen en el país, no reportan labor alguna y cobran en dólares, y si a eso no se llama sinvergüenza, sanguijuela y corrupto, habría que inventar términos análogos.

El Nacional del 25 de este mes reprodujo la página web de la Cancillería, revelando la podredumbre nauseabunda que despide el departamento estatal que se presume expresa la conveniencia política del presidente de turno.

Más de RD$1,000 millones mensuales para dos mil elementos improductivos en un 98% son pagados por nosotros, los contribuyentes, sin que representen nada en beneficio del país, sino de ellos, aunque el desprestigio les importe, porque precisamente, no lo tienen.

Para comprender la magnitud de este crimen contra el erario de una súper nómina creada en los gobiernos del presidente Leonel Fernández en la Cancillería, idéntico al desorden del desborde de la migración haitiana ilegal, máculas de sus gobiernos, basta comparar el personal de las embajadas acreditadas en nuestro país.

Por ejemplo, Argentina tiene en su misión diplomática una embajadora, un cónsul y un ministro consejero, y en Buenos Aires la embajada nuestra tiene 21.

En Nueva York hay cinco cónsules y cien vicecónsules; en un paisito como Jamaica hay un personal de 21, y todos devengan salarios entre US$2,000 y US$4,000, sin asistir la mayoría a embajadas y consulados, y esas barbaridades siendo Canciller el peor administrador del CEA, conforme a juicio del presidente Joaquín Balaguer.

Es tiempo de que el presidente Danilo Medina cercene la pudrición de la Cancillería, comenzando por el Canciller, su yerno, y el complemento de sabandijas supernumerarias que cobran sin trabajar.

Ubi Rivas
u.rivas@hoy.com.do 
Hoy Digital.com.do
http://hoy.com.do/verguenza-de-cancilleria/

No hay comentarios:

Publicar un comentario