En uno de los países más pobres, con una insignificante inversión social pero una elevada dosis de clientelismo, los congresistas se auto asignan periódicamente sumas millonarias para promoverse políticamente con el pretexto de aliviar las penurias de los más necesitados. ¿Y?, se escucha un clamor seguido de un encogimiento de hombros.
Un ministro usa los fondos de los permisos de armas para repartirlos entre subalternos, todos miembros del partido gobernante. ¿Y? En plena austeridad y con una deuda externa pública creciente, los funcionarios montan en Lexus y Mercedes de alto consumo. ¿Y? Avanza la construcción de un metro que nadie sabe a qué precio encima de un paisaje de pobreza estremecedor. ¿Y? Los ciudadanos temen salir a las calles debido al auge de la criminalidad que oficialmente se define como una falsa percepción de la realidad. ¿Y? Se modifica un código procesal para evitar que funcionarios corruptos sean investigados. ¿Y?
Se le impone a una población más restricciones e impuestos para salvar a los responsables de un déficit fiscal descomunal. ¿Y? El causante de ese irresponsable desastre administrativo es promovido por los medios más influyentes para ayudarle a volver a la presidencia y preservar cuanto lograron en años de prosperidad. ¿Y? Las auditorías muestran desfalcos tras desfalcos en las instituciones públicas sin que nada pase. ¿Y? Los ayuntamientos pagan sumas por servicios no realizados. ¿Y?
Escena final: La furia de la multitud arrasa cuanto ve a su paso. El orden legal cae bajo las botas. Partidos y gremios desaparecen. Se cierran los aeropuertos.
Políticos y burócratas responden ante tribunales populares. Bajo el argumento de que el cine es entretención y no espejo de la realidad, se prohíbe la filmación de la cinta por subversiva. Seguido de un encogimiento de hombros se escucha de nuevo el clamor: ¿Y?
Miguel Guerrero
La Columna de Miguel Guerrero
elCaribe.com.do
http://www.elcaribe.com.do/2014/05/28/elementos-guion-cinematografico
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