Páginas

martes, 24 de junio de 2014

Es difícil escapar de la muerte en RD


Nuestra realidad
Sobrevivir en este país se ha convertido en la prioridad número uno de los dominicanos. Alimentos de todo tipo y de malísima calidad abundan por doquier, ingerimos cosas que en cualquier nación que medianamente controle sus estándares alimentarios para consumo humano no pasarían las más benignas de las pruebas. Enlatados con preservativos prohibidos, cereales, víveres, granos, vegetales y frutas fumigados con abonos desechados mundialmente desde hace décadas y ganado y aves engordados al vapor con transgénicos y hormonas.

Salir a la calle a cualquier tipo de actividad es un riesgo de incalculables consecuencias. Si no te mata un iletrado con licencia de conducir adquirida fraudulentamente lo hace un asaltante desempleado a quien le urge llevar el pan a su casa o un drogadicto que necesita urgentemente su dosis diaria de narcóticos.

Trabajar, pasear o divertirte te lleva a tener contacto con otras personas. Ahí está el dengue, la malaria, la chikungunya o el cólera. Puedes quedar atrapado en uno de los famosos intercambios de disparos de la Policía con uno de los condenados de antemano a muerte o quedar en medio de un pleito entre pandillas barriales o ser víctima de un sicario.

Tu pareja o tu expareja es una amenaza constante, ya no solo son los feminicidios, ahora las mujeres también mandan para el otro mundo a sus amantes, concubinos o esposos. Lo realizan ellas mismas o envían a sus chulos a realizar el trabajito.

Padres matan hijos, hijos matan padres, niños que se ahorcan y jóvenes que se suicidan por desamor.
Para nosotros es duro tratar este tema, es la realidad que estamos viviendo todos en la patria de Duarte y no podemos hacer como el avestruz y desentendernos de nuestro infierno diario.

El Sistema fracasó. La cleptocracia gobernante creó un monstruo que resulta imposible detenerlo ya. Una reforma jucicial que creó jueces multimillonarios, drogas, bajos salarios, desempleo, corrupción, impunidad, servicios públicos deficientes. Pobreza, prostitución, juegos de azar, programas sociales para mantener clientes políticos vagos. Son 10 años llevando a un país hacia su fracaso, ¡y lo lograron!

Nosotros desapareceremos pero la historia quedará para la posteridad. Un partido que traicionó a un pueblo que le endosó su confianza se alió a las sotanas más perversas, a los más corruptos de uniforme, a periodistas con tarifas diarias y a la caverna política y empresarial más depredadora.

Vivimos en un estado de zozobra, sin futuro y sin esperanzas. Hoy en República Dominicana es difícil escapar de la muerte.

Juan Santos / Desde La República Dominicana

No hay comentarios:

Publicar un comentario