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lunes, 21 de julio de 2014

Americano en París


Un musical de película
De vez en cuando recurro a los clásicos para tomar clases gratuitas de buen cine, allí me codeo con talentos incomparables, glamour, y un eterno derroche de calidad en todos los aspectos del séptimo arte. 
Confieso que con el correr de los años me he hecho admirador de Gene Kelly y de Fred Astaire, dos de los más grandes bailarines heterosexuales que ha dado Hollywood.

Desde hace tiempo tenía en programación ver "An American in Paris", que, aunque los musicales no son de mis preferidos en la pantalla grande, si está Gene Kelly y como bono adicional Leslie Caron (esta fue su primera película), bien valía la pena invertir mi tiempo en estas dos figuras de renombre.

No me decepcionaron, disfruté la película desde el mismo inicio, inclusive durante todo el trayecto de la misma olvidé que era un film de 1951, 63 años atrás. El director Vincent Minnelli (padre de Liza Minnelli) maneja con tal maestría la dirección que no reparas en que es un musical.

Fue filmada en París, Francia, y en los Estados Unidos en los estudios de la Metro Goldwyn Mayer. La música de George e Ira Gershwin no necesita credenciales y la coreografía de Gene Kelly está fuera de toda discusión.

Vestuarios atractivos y un ambiente de postguerra que hacen a uno sentirse satisfecho con su condición humana, la sensación al ver esta película solo puedo describirla como un sano ejercicio de vivir la vida, aunque solo sea por un par de horas.

Si usted no ha visto esta película póngala en agenda, nuestra puntuación es un altísimo 7 de 10, para Un Americano en París.

Marihal / Desde La República Dominicana

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