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martes, 23 de septiembre de 2014

En el régimen de la impunidad


Y el régimen de la corrupción
Los ocho años de gobierno transcurridos desde 2004 hasta el 2012 desde ya están considerados como los más corruptos de la historia de la República Dominicana. Todos los estamentos de la sociedad fueron tocados por el poder y el dinero para corromperlos. Se hicieron fortunas al vapor en el sector público y en el privado como nunca antes. Evaporaron miles de millones de pesos recaudados a través de los impuestos, incrementados enormemente estos por medio de reformas fiscales para una supuesta mejoría de los servicios públicos que no han existido.

Se triplicó la deuda externa con préstamos internacionales en dólares y euros, que igualmente se esfumaron y no conformes con esto, dejaron tan solo en 2012, un déficit fiscal de casi 200 mil millones de pesos. Las fortunas malhabidas que exhiben los que participaron de ese latrocinio no tiene antecedentes. El narcotráfico, el dumping, la evasión de impuestos, el lavado de activos, las importaciones fraudulentas de rubros que competían deslealmente con el comercio formal, la quiebra expresa de negocios de la competencia, la asociación con compañías extranjeras para construcciones, reparaciones y nuevos negocios en obras públicas fueron la norma de esos gobiernos con una estructura mafiosa organizada que vivió del pillaje, la mentira y la traición a sus deberes patrios.

Solo un genio del mal, un individuo que se levantaba todos los días de su cama con una nueva idea de cómo corromper a sus gobernados y preguntándose cuál sería la bellaquería del día que ejecutaría contra sus adversarios podía hacer tanto daño a una nación como el que se le hizo a la República Dominicana en esos ocho años. Ese grupo de malignos, previendo las consecuencias de sus actos en 2010 embarcó a esta nación en una serie de reformas constitucionales y la creación de unas cortes que no fueron más que una coraza legal para asegurarse de quedar fuera del alcance de la ley.

Nombramientos, pensiones, clientelismo político, otorgamiento de contratas violando todas las normas establecidas fueron el pan de cada día. Eso vivimos los dominicanos en los dos cuatrenios pasados, esos gobiernos quedarán en la historia como el régimen de la corrupción.

Desde 2012 hasta la fecha, dos años y un mes que han transcurrido del final del régimen de la corrupción estamos viviendo en el régimen de la impunidad.

Juan Santos / Desde La República Dominicana

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