PUBLICADO EL 21 DE DICIEMBRE DE 2014
Escuchar los grandilocuentes discursos del Ministro de Educación, doctor Carlos Amarante Baret, es quedar completamente en babia, ya que este eficiente “superministro” da a entender al público oyente que su Ministerio paga religiosamente los solares o parcelas en donde se están construyendo o construyen las escuelas o liceos y que él está llevando a cabo la “revolución educativa”, cuando en realidad la que se debería llevar a cabo es la “revolución ministerial”; ya que, de nada vale tantas aulas si hay profesores que son más incapacitados que los alumnos y en algunos casos ni hay profesores. Por tanto “la educativa” es una pura falacia. Veamos nuestro caso.
Nuestra ahijada es propietaria de una parcela de 6,505,56 metros cuadrados en nuestro terruño, El Mamey, Los Hidalgos, Puerto Plata, la cual, de buena fe, ofreció al Ministerio de Educación por nuestro intermedio a RD$1,000.00 el metro cuadrado. Su precio original era de RD$1,500.00, pero por tratarse de un liceo, quería rendir homenaje a su padre fallecido –el propietario original– para que su impronta quedara para la posteridad. El señor Ministro solicitó formalmente, que le ofrecieran propiedades aptas para la edificación de escuelas o liceos. Al parecer, no poseía los fondos necesarios para pagar de inmediato a los ofertantes pero se valió del señor Presidente de la República, conjuntamente con el Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, el director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado y el Director del Catastro Nacional para convocar en el Palacio Nacional el 30 de agosto de 2013, una reunión con los 205 propietarios que estaban renuentes a entregar sus inmuebles sin pago previo.
De su parte, el señor Presidente Danilo Medina Sánchez solicitó a los allí convocados que se le permitiera al Ministerio de Educación el inicio de los trabajos sin el pago inicial del 90% del valor del inmueble, ya que esto era un Servicio a la Patria y así poder cumplir con su promesa de 10,000 aulas para fines del 2013. Además recalcó, que si le permitían iniciar los trabajos en un lapso no mayor de 90 días “Yo les daría entre uno y diez días para que ustedes tengan su dinero”, promesa que ex profeso no ha cumplido el señor Ministro, lo cual podría interpretarse como un desacato al ofrecimiento del señor Presidente, ya que no ha honrado el pago de un gran número de los inmuebles así entregados.
No vamos a detallar la notificación que por acto de alguacil le hicimos a la persona que se le adjudicó la obra, para que detenga la misma si en un plazo prudente no recibimos el pago de la deuda. Pero, a esta sufrida arquitecta, tampoco le han pagado las cubicaciones desde el mes de agosto lo cual la ha producido múltiples incumplimientos, al extremo, de no poder asistir a la obra ya que desde esa fecha los obreros la asedian porque tampoco “han visto a linda”. Hemos visto al señor Presidente recriminar a un ingeniero por no haber terminado una obra determinada y éste se queda callado y no le explica el motivo por el cual no ha continuado o finalizado la misma: por incumplimiento de pago.
Lo que más nos indigna es como este “encantador de serpientes”, toma un micrófono en una inauguración y con voz estentórea y tono desafinado afirma ante la presencia del señor Presidente que todo está saliendo tal y como se planificó inicialmente y que él está llevando a cabo la “revolución educativa” fruto del Pacto Educativo firmado por él en marzo de 201. Pero obvia señalar intencionalmente, con los cuartos de los creyentes en su palabra. Al parecer, el Presidente de la República, o no sea percatado del engaño, o como dicen, se hace oídos sordo y no le recrimina por tantas promesas incumplidas. Su argumento para no pagar, es que varios compañeritos “avivatos” en grado sumo y en connivencia con los evaluadores, ofertaron y vendieron solares a sobreprecio, lo que ha causado una depuración de los pagos, introduciendo todos los casos en un mismo saco, lo cual implica que “paguen justos por pecadores”. Si ahora se les diera la opción a los propietarios, estos preferirían el statu quo.
En una de sus intervenciones, el orador embaucador afirmó sus deseos de que en vista que las escuelas entregadas poseen laboratorios, salones cibernéticos, amplios patios con diferentes facilidades para la práctica de los deportes, deseaba volver a ser niño para disfrutar de todas esas bondades que en su tiempo no gozó. Lo que olvidó decir este personaje es, que en las clases de matemáticas y de ética se establecen, que las deudas y los compromisos deben ser honrados. Nosotros agregamos, lo más pronto posible, ya que se corre el riesgo de ser muy permisivos y que la deuda se envejezca y por ende no se pague.
Como el señor Ministro afirma, que paga y ha pagado religiosamente todos los compromisos contraídos por su Ministerio, el cual en la Feria del Libro dilapidó 18.5 millones de pesos en la replica del Ministerio de Educación, 451 millones en propaganda y 120 en donaciones. Todo este dinero, bien pudo ser aplicado al pago de varios inmuebles. Por todo lo anterior, le solicitamos al señor Presidente de la República, muy respetuosamente, que convoque a otra reunión en el Salón de las Cariátides del Palacio Nacional y que se invite a todos aquellos que no han recibido el pago por la entrega de sus propiedades. En la misma podrá constatar, la decenas de ciudadanos, que habiendo confiado en su palabra, no han cobrado todavía ni un centavo a pesar de haber transcurrido un año de su promesa. Señor Ministro, no caiga en contumacia y déjese de expresar falsedades en las inauguraciones de los planteles. Lo aconsejable sería que haga suya la famosa canción popular “Tome chocolate y pague lo que debe”.
José Antonio Martínez Rojas
Hoy
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