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miércoles, 11 de febrero de 2015

Cocolo trajo 50 mil haitianos a trabajar en ingenios azucareros

                                        Dr. Milton Ray Guevara, presidente del Tribunal Constitucional.


Juan TH rechaza promotores del odio y venganza contra haitianos
Presidente del Tribunal Constitucional supuestamente trajo 50 mil braceros haitianos a laborar en los campos de concentración de los ingenios azucareros
El periodista y comentarista de la Z-101 Juan Taveras Hernández (Juan TH) consideró este miércoles que los promotores de odio y de venganza en contra del pueblo haitiano están logrando sus propósitos al desnacionalizar a cientos de miles de dominicanos y crear un clima de violencia amenazando periodistas y personalidades que no comparten “sus ideas absurdas”.

Dijo que los ultranaZionalistas parten de una premisa falsa y trasnochada que no hace más que evidenciar su carácter xenófobo.

“Matar a un haitiano y presentarlo ahorcado en el parque de Santiago y quemar la bandera haitiana,  entre otras acciones violentas, constituyen una provocación que las autoridades no deben permitir bajo ningún concepto, pues estaría abriendo las puertas a una situación de violencia generalizada que nadie sabe cuáles podrían ser sus consecuencias”, afirmó el periodista.

De acuerdo con Juan TH, ya no se trata solo de negarles la nacionalidad a miles de dominicanos descendientes de haitianos, ahora se trata de agresión física, de ultrajes y muerte encubierta en una bandera de odio.

Ese odio y esa venganza nunca la predicaron ni practicaron los forjadores de la dominicanidad, enfatiza TH.

Según el comunicador del Gobierno de la Tarde, la historia que los “nacionalistas de pacotilla” y los grupos oligárquicos tergiversan, habla del apoyo que recibieron los trinitarios de los propios haitianos que también lucharon contra el régimen de Boyer que los oprimía.

La historia explica bastante bien, según TH, las razones por las cuales los haitianos, que habían hecho una revolución sin precedente en el mundo, ocuparon el territorio dominicano que en ese entonces no era dominicano porque la República Dominicana no existía.

La historia enseña de igual modo, que fueron los haitianos, no los dominicanos, quienes abolieron la esclavitud en nuestras tierras. La historia enseña que los restauradores recibieron apoyo y solidaridad de los haitianos, puntualiza el comunicador.

Por último, dice TH, “la historia nos dice que tanto el pueblo dominicano como el haitiano han sido víctimas de las agresiones y las invasiones de las potencias extranjeras, que ambos pueblos han sido mancillados y explotados por las oligarquías de los dos países”.

En consecuencia –añade- lo que procede es la solidaridad y el entendimiento. Lo que ordena el sentido común es la hermandad de dos países, es que cada pueblo viva en paz cada uno en el lugar que la historia le asignó.  El nacionalismo trasnochado no tiene cabida en ningún lugar de este mundo cada vez más globalizado.

El comentarista considera que dominicanos y haitianos están unidos indisolublemente, que el odio sin sentido  y  la venganza de muerte que predican los ultranacionalistas entre los que se encuentran importantes funcionarios del sistema judicial son torpes y estúpidos.

Afirma que muchos de los ultranacionalistas no tienen calidad moral para hacer lo que están haciendo porque una buena parte tiene “el negro detrás de la oreja” por sus orígenes mulato y negro. Hablan de la madre patria refiriéndose a España,  pero ignoran que África también es una madre patria.

Recuerda que hasta la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional estimulada por la Junta Central Electoral a través de su presidente Roberto Rosario, el país no tenía los problemas internacionales que tiene hoy. Hasta ese momento, apunta,  la comunidad internacional no nos venía como racista, xenófobos y esclavistas. Ahora sí, porque la sentencia de marras le dio razones de sobra.

Considera que el gobierno del presidente Danilo Medina cayó en una trampa maldita que ha tratado de resolver humanamente. Ese problema fue creado por Milton Ray Guevara, mascarón de proa, un negro cocolo que trajo cerca de 50 mil haitianos al país para trabajar en los campos de concentración de la caña de azúcar.

Juan TH asegura que los dominicanos de ascendencia haitiana son tan dominicanos como los demás, con los mismos derechos y deberes.

Z-101 Digital

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