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jueves, 5 de marzo de 2015

Federales continúan investigando al oftalmólogo dominicano Salomón Melgen


Siguen las investigaciones sobre la conexión entre el senador demócrata cubano–americano de New Jersey, Robert (Bob) Menéndez, y el oftalmólogo dominicano Salomón Melgen
NUEVA YORK.- Los federales de Estados Unidos siguen las investigaciones sobre la conexión entre el senador demócrata cubano–americano de New Jersey, Robert (Bob) Menéndez, y el oftalmólogo dominicano Salomón Melgen, radicado en Florida y quienes son indagados por cabildear un contrato para máquinas de seguridad en aeropuertos y puertos de la República Dominicana.

Informaciones divulgadas el año pasado dieron cuenta de que Melgen es uno de los principales donantes a las campañas de Menéndez y que el senador ha volado al país caribeño en el jet privado del galeno.

Esta semana, un tribunal federal de apelaciones ordenó una audiencia en la que se determinará si el abogado Kerri Talbot  y Michael Barnard, un asistente de Menéndez, tendrán que testificar ante un Gran Jurado sobre las acusaciones al legislador nacional y a Melgen.

El senador es acusado de cabildear en favor de Melgen para asegurar el contrato con el gobierno de la República Dominicana y ha recibido regalos y prebendas de parte de su amigo y donante.

La investigación del Gran Jurado se está centrando en la disputa de Melgen con el Centro de Servicios del Medicare y Medicaid (seguros de salud federal y estatal) y a los que el oftalmólogo facturó millones de dólares por servicios, siendo el médico que más ganó al gobierno, durante ese año.

Otro aspecto investigado son varias comunicaciones entre la oficina del senador con altos mandos del Departamento de Protección de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos, respecto al contrato en la República Dominicana.

El gobierno alega que el senador defendió a Melgen ante la administrador de los seguros oficiales de salud, que cuestionaron la alta cantidad de dinero que el oftalmólogo dominicano cobró.

El asistente de Menéndez, se negó a responder a 50 preguntas hechas por el Gran Jurado, alegando que las reglas prohíben interrogar a un miembro del congreso sobre manejos legislativos.

El tribunal federal de apelaciones, reenvió a una corte de distrito el expediente para que se decida si el abogado y el asistente, están obligados a declarar ante los jurados.


Miguel Cruz Tejada
El Nuevo Diario

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