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viernes, 20 de marzo de 2015

Las depresiones del Príncipe


De la melancolía a la euforia
Se recogió como un molusco en su concha y durante semanas estuvo poseído de la melancolía. Después que fuera embarrado de la sustancia pestilente que sobre él arrojara el ex convicto Quirino Paulino Castillo, algún ingenuo llegó a creer que no asomaría más su rostro a la luz pública, porque podría morir de vergüenza.

He aquí que alguien rezonga: El Príncipe no puede estar triste, aunque lo esté, pues su llanto interior será nocivo para su salud y para la suerte de todos nosotros. -¿Qué haremos, entonces? –Oh, callar a ese hombre, hay que buscarle su dinero. –Cierto, si no seguirá defecando sobre nosotros. Y todos vieron que eso no era bueno.

El pasado fin de semana, el Príncipe salió a las calles. Los estrategas -psiquiatra incluido- crearon un guión que el actor realizó con buen desempeño: posó comiendo platos de pobres, aunque sólo él aparecía en la mesa, quizá por error del libreto. Se mostró envalentonado y recordó el carácter eólico de su candidatura: depende de los vientos.

Con el adelanto de su casi formal lanzamiento tras la candidatura presidencial de su partido, el doctor Leonel Fernández consiguió ante todo levantar su ánimo, propenso a una grave crisis emocional, y a la vez dar un golpe, aun fuera de efecto, a los planes de repostulación del presidente Danilo Medina, el otro líder del PLD.

Fernández ha logrado que analistas políticos hayan visto en su abrupta presencia en las calles que con ello menoscababa los planes reeleccionistas, promovidos por funcionarios del Estado, a quienes el presidente Medina no ha desautorizado, sino que ante el hecho asume el comportamiento propio de la gatita de María Ramos.

Un observador que no suele publicar sus opiniones, infería que el apresurado lanzamiento de Fernández revela un temor al empuje de las fuerzas reeleccionistas. Hacia lo interno del PLD abunda la idea de que Medina iría ligero de carga como candidato presidencial, pero que al ex presidente lo perseguiría una peste espantosa.

Los encontronazos por la candidatura presidencial en el partido de gobierno no terminan por ahora. Siete diputados danilistas aseguraron tener listo el proyecto de ley que permitiría convocar la Asamblea Revisora de la Constitución para quitar al actual mandatario el impedimento legal de optar por un nuevo período en las elecciones de 2016.

De ser así, Fernández tendrá que seguir afinando sus dotes histriónicas para aparecer en el escenario animoso y resuelto. Ha de cuidarse de la euforia que, como la melancolía, representa un estado anímico extremado y por tanto perjudicial. Esto, no obstante que la euforia ayuda a soportar el dolor y las adversidades.


Rafael Peralta Romero
Voces y ecos
El Nacional

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