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domingo, 15 de marzo de 2015

Michelle Obama, la joya de Barack


Mujer, madre, esposa y ciudadana ejemplar
¡Qué envidia Barack!
El reciente incidente de un presentador de televisión es un pretexto para escribir unas líneas sobre Michelle Obama, sin cargarle el dado al exempleado de Univisión quien ya se excusó y explicó el por qué no puede ser racista ni maltratar a las minorías, excusas aceptadas por quien escribe.

Michelle Obama será objeto de discriminación, de burlas y de desprecio de políticos interesados, de envidiosos (as) y de frustrados (as); pero jamás de quienes ven las dos caras de la moneda y los tres lados del triángulo.


Michelle Obama no es un derroche de belleza comparada con los estándares que han impuesto los medios, no es el estereotipo de la mujer deseable para las masas, para los del género masculino que pululan por las páginas de la Internet prohibidas para menores de 18 años, pero todo hombre que ha vivido por lo menos tres décadas sabe que toda mujer tiene su belleza, unos nos conformamos con lo que vemos a simple vista y otros nos esforzamos por buscar dónde la tiene y amar a ese ser humano además, por sus logros y cualidades.

Apenas acabamos de celebrar el Día de la Mujer y sociedades que pretenden ser más desarrolladas y más civilizadas que las repúblicas bananeras como nosotros (como nos llama la presidenta Cristina Fernández de Argentina) nos avergüenzan, nos hacen sentir que tenemos mucho más respeto, dignidad e integridad que estas víctimas de las banalidades y el oropel.

No soy quién para salir en defensa de la Primera Dama de los Estados Unidos de Norteamérica, su hoja de vida, su comportamiento y sus actitudes la blindan contra cualquier maledicencia.


Para los gustos se hicieron los colores, yo como hombre desde la distancia veo a Michelle como una mujer sumamente atractiva a sus 51 años, con todas las posibilidades de conquistar a cualquier hombre que ella se propusiera. Hasta este momento que escribimos se ha comportado como una esposa dedicada y una madre ejemplar.

Como Primera Dama de EE. UU. ha sido una digna representante de su pueblo, que jamás, jamás, ha realizado un acto que pueda avergonzar a más de 300 millones de ciudadanos que en dos ocasiones eligieron a su esposo como su Presidente y a quienes además ha respetado y para quienes ha empeñado todo su esfuerzo en dar lo mejor de ella.

Con lo mencionado bastaría a cualquier hombre con un IQ superior para morirse de orgullo de tener una joya como Michelle Obama de compañera, pero hay más, agregue este demoledor plus que la convierte en una de las mujeres más destacadas de nuestra era: 

Educación
1981  : Michelle completó su educación secundaria en el M. Young Escuela Secundaria Whitney Imán en Chicago.

1985  : Obtuvo su licenciatura en sociología con especialización en estudios afroamericanos en la Universidad de Princeton .

1988 : Michelle se graduó en Derecho en la prestigiosa Universidad de Harvard .

Carrera
Después de su graduación, Michelle se convirtió en abogada en Chicago para la firma Sidley Austin.

En 1992, Michelle se unió al gabinete del alcalde de Chicago, Richard Daley . Allí se convirtió en su ayudante.

En 1993, fundó el Public Allies en Chicago y se convirtió en Directora Ejecutiva. Se trata de un centro de formación para adultos jóvenes, alentándolos a participar en asociaciones sociales.

En 1996, se incorporó a la Universidad de Chicago y trabajó para el Decano Asociado de Servicios Estudiantiles. Desarrolló actividades de la comunidad.

En 2000 , se convirtió en Directora Ejecutiva del Hospital de la Universidad de Chicago . Más tarde se convirtió en vicepresidenta de Asuntos Externos. En 2006, ganó 273.618 dólares al año de salario, más de 100,000 por encima de su marido, entonces senador por Illinois.

¡Qué envidia Barack!


Marihal / Desde La República Dominicana

1 comentario:

  1. Precioso.
    Como siempre, maltrato y desprecio a las mujeres, por su condición económica, por su poca instrucción o por el color de su piel.

    Gracias por defendernos con argumentos sólidos.

    Profesora Mayra.

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