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lunes, 30 de marzo de 2015

Rejas abiertas!


Abran las cárceles ¡Salgan los presos por robo!
Robar es tomar lo ajeno. La forma de sustraerlo depende de la necesidad, ambición, posición de los vacíos en la formación. Hay quienes lo hacen con estrategia, usando testaferros, estableciendo negocios, fundaciones y empresas. Otros son más rústicos, están desesperados.

En algunos funcionarios, administradores de los bienes del pueblo, donde los recursos son miles de millones, la ambición se desborda. Tranquiliza que a veces surge alguien lleno de dignidad y coraje que los detiene. Lo somete a la justicia, sin importarle que haya sido presidente de la República, legislador, alcalde o quien sea.

Duele que los infelices confíen en alguien sin recursos económicos igual que ellos, lo elijan para ocupar una posición desde donde los ayude y en dos o tres años llegue a convertirse en multimillonario, mientras ellos mueren por falta de comida y medicina.

Duele que prometieran combatir la miseria, corrupción y trabajar por la justicia social pero al llegar al poder, usaron su talento no solo para robar sino para blindarse y enlodar la justicia. Buscaron jueces débiles y ambiciosos para formar las altas cortes de los que, al igual que ellos, usan el talento, para sacar ventajas personales.

La población está desamparada. La justicia solo funciona como tal para los que roban una sardina y cien pesos para llevar comida a sus hijos, “Los hijos de Machepa” están desempleados porque un grupito se apodera de la fortuna de la nación. No están pensando en ellos. ¡Qué asco de líderes tenemos en el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial! Con razón algunos abogados colgaron hace tiempo su toga y birrete...

No sé cuantos presos tenemos en las cárceles por robar salami, cien pesos, etc. Deberían hacer un inventario. La suma total en dinero usurpado no llega ni a una cuarta parte de aquellos a quienes le han archivado el expediente, porque la justicia dice que supieron ganarse cientos y miles de millones en doce años.

Deberían cerrar las altas cortes del Poder Judicial.. Lo único que hacen es motivar al robo en grande porque solo así la impunidad está garantizada.

Para que haya un poco de justicia, de criterios normativos, apoyaría que abrieran las puertas de las cárceles, para que salgan de ahí los ladronzuelos, los que han sustraídos comida y pequeñas sumas. Eso sí, en la medida que vaya saliendo, pellizcarlos bien fuerte, para que nunca olviden que el robo debe hacerse en grande. Además, es una forma de decirle que estaban presos, no por robar sino por no lograr lo suficiente para saciar las apetencias de los jueces y las altas cortes.

Venecia Joaquín

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