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viernes, 20 de marzo de 2015

Yo también quiero una pensión de la Dican


Pensiones de la Dican
¿Quién dijo que la falta de vergüenza tiene límites? En países como el nuestro, con un sistema fallido de base, no deja de sorprender leer en diversos medios de comunicación asuntos como la premiación aberrante con pensiones a cuatro oficiales de la Dican.

Inolvidable el “robo” de aquella droga incautada y la posterior comercialización de al menos 950 kilos de cocaína en manos de estos cuatro oficiales premiados por el gobierno de Danilo Medina.

Con todo y esto el flamante Jefe de la Policía, tratando de justificar tal aberración, sólo dijo recientemente que estos oficiales preservan sus privilegios a pesar de su separación de la Dican.

Para entender mejor esa “falta”, para él es un asunto pueril. Sí, señores, esa pequeña y dudosa falta no es nada, si no más de lo mismo, en este patio trasero llamado país. Pienso, si eso él lo califica como una “falta”, ¿qué sería algo grave, entonces?

Mientras estos conspicuos oficiales son premiados con sendas pensiones firmadas por el Ejecutivo, luego de sus tan cuestionadas y desvergonzadas actuaciones, donde aún no se sabe nada más sobre esa droga, los cañeros tienen más de seis meses frente al Palacio Nacional pidiendo sus justas y merecidas pensiones, sumado a otros profesionales con muchos años de servicio al país y que todavía no tienen una mísera pensión.

El presidente Danilo Medina, ese líder que enarbola el ala más calmada del PLD que nos gobierna desde hace años, firmó alegremente esas pensiones de oficiales, pero no es capaz de con ese mismo bolígrafo firmar por decreto y resolver las pensiones de los cañeros, maestros y demás profesionales que reclaman el derecho que les asiste de sus pensiones y de otros tantos que solicitan aumento de pensión.

En ese sentido, es incomprensible y de poca lógica la actitud del Presidente a la hora de estampar su autorización y firma para que las pensiones de estos oficiales se hiciera efectiva.

Es triste pensar que es necesario “trabajar”, o mejor dicho, agotar unos pocos años en alguna institución del Estado y estar ligados a ciertas actividades poco lícitas en este país para merecer una pensión. A los que han pasado 40 o más años demostrando trabajo constante no les vale de nada…..

Indignante es el término que mejor le va a la sensación que tiene la población al conocerse tales pensiones y los demás esperando.. Si la cosa es así, yo también quiero una pensión de la Dican !!!

Dunia De Windt
El Día

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