Páginas

lunes, 6 de abril de 2015

Dímelo! Miguel


¿Dímelo? ¡Dímelo tú!
Miguel Vargas es presidente del PRD y su candidato a la Presidencia de la República. Parecería que ha llegado a esas posiciones sin conocer las penurias del pueblo. Está pidiendo que se las digan, asegura que “serán escuchadas”.

Muchos piensan que realmente no conoce las penalidades de la mayoría, pues no se relaciona con pobres. Como busca ganar la presidencia, no tiene más alternativa que acercárseles, ganar su confianza, hacer promesas para que le den el voto.

Quiere que digan o escriban “sus ilusiones, angustias, necesidades”. ¿Dónde se las dicen? Sus espectaculares mansiones, elegantes oficinas, empresas y negocios son murallas que impiden el acceso de los infelices y Miguel no baja a visitarlos.

Además, un dirigente político que busque la Presidencia de la nación, se supone que conoce sus necesidades, recursos y limitaciones, pues pretende administrar sus bienes y resolver sus problemas.

¿Dímelo? ¿Qué te digan qué? Es el candidato quien debe explicar sus planes y proyectos para combatir los males sociales, para ser ponderados. Debe abrirse para conocer de su vida personal, profesional, política, intenciones y capacidad de actuar con justicia y honestidad.

¿Hay en las acciones de Miguel indicadores de buscar el bien común? ¿Se comporta con humildad para no abofetear la miseria del pueblo? ¿Dónde puede la mayoría hablarle o pasarle un papelito para decirle que está con hambre, sin techo, enferma..? ¿Van a sus elegantes mansiones u oficinas? ¿Cómo pasan tras esas murallas? ¿Con cuántos guardianes deben hablar para entrar? O acaso, ¿tiene funcionando un organismo de ayuda social donde lleven sus peticiones? Dímelo, Miguel.

Con esa expresión tan seria en el rostro, ¿cómo se que quiere escuchar? ¿Por qué expulsaste de la casa del partido a colegas y fundadores? ¿Para qué quiere el poder? ¿Qué hará con los pobres, si llega a ser presidente? ¡Dímelo tú! Necesitamos conocer de las personas que aspiran a presidir la nación. ¿Quién eres? ¿Qué has hecho para confiar en ti? Dame un indicador de que te importo, de que persigues el bien común.

Es Miguel quien debe hablar. No pida a los pobres que digan sus necesidades en redes sociales. No saben lo que es eso. ¿Por qué no los visita en sus barrios?

La mayoría no puede salir, el callejón está intransitable, las casitas se derrumbaron, las chancletas se rompieron, no hay dinero para el pasaje, la desnutrición impide caminar. ¿Puedes acercarte en uno de los helicópteros? La miseria no contamina ni ensucia y con un vistazo al área, los conocerá.

Indiscutiblemente, Miguel es quien debe hablar para ver si podemos confiar. ¡Quien sería el ¡bárbaro! que le aconsejó que se lo pregunte de esa manera al pueblo. ¡Dímelo! Miguel.


Venecia Joaquín

No hay comentarios:

Publicar un comentario