Medios de comunicación y el terror mediático de los vincho

Un llamado a la reflexión
Los méritos de la familia de abogados Castillo son innegables, inteligentes, capacitados y apoyados firmemente por el emporio mediático y mercadológico de su asociado en política Leonel Fernández. Es sabido que Leonel Fernández y sus cortesanos son propietarios de diarios de circulación nacional, digitales, televisoras y emisoras de radio; quienes repiten cual eco todo lo que distribuyen los vincho. Esto es entendible.

Lo que no tiene explicación ni justificación es que los medios privados que no dependen de ese sector político abrumen a los ciudadanos con la inmensa propaganda que varias veces al día los Castillo disparan  a la sociedad. No estamos llamando a que los vinchos sean censurados, llamamos a una reflexión para analizar si es justo que todos demos cabida y preponderancia a todo lo que le salga del forro a los Castillo como si fuese palabra de Dios. Un país no puede estar sitiado, emboscado, las 24 horas del día por el humor conque amanezcan Vincho, Juárez, Pelegrín y Vinicito.

Esta destacada familia de juristas disfrutó estando en la papa los 22 años de Joaquín Balaguer, los 12 años de Leonel Fernández y 2 años y 8 meses del gobierno de Danilo Medina. Son casi 37 años sentados en las entrañas del poder mismo y anotados en la nómina pública. Es justo dar paso a otros, y es justo que otros gobernantes trabajen en paz sin el acoso de esta jauría de miembros del partido familiar Fuerza Nacional Progresista.

Una cosa es tratar de callarlos y otra muy distinta es filtrar sus opiniones que tenga lógica y cuenten con la credibilidad debida. Ni este ni ningún gobierno se merecen tener a una batería de psicópatas disparando disparates a diario y los medios de comunicación dándole alegre cabida para fomentar más división, odio y violencia en la familia dominicana.

Nos oponemos tajantemente a dejarnos usar por gente que tuvo 37 años en las entrañas del poder mismo, y ahora, quieren morderles las manos a esos mismos que lo alimentaron por casi 4 décadas.

Pensémoslo, no nos dejemos usar como tontos útiles, filtremos lo que publiquemos de estos oligofrénicos instruidos.


Juan Santos / Desde La República Dominicana