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martes, 9 de junio de 2015

Lo que dijo Guillermo Moreno


Discurso íntegro
Dominicanos y dominicanas:

Para alcanzar la mayoría necesaria y modificar la Constitución e introducir la reelección, el Presidente Danilo Medina convirtió el Congreso Nacional en un mercado persa. Pactó con el expresidente Leonel Fernández garantizándole impunidad a los corruptos de su gobierno; les ratificó senadurías, diputaciones y alcaldías a miembros de su partido y de la oposición; puso a circular millonarias sumas de dinero; ofertó ministerios y consulados y hasta la creación de nuevas provincias.

Una vez más el Congreso Nacional, el PLD y sus aliados se revelan en su verdadera podredumbre moral y degradación política.

Ante este deprimente espectáculo auspiciado por alguien que ostenta la presidencia de la República, no resulta ocioso preguntarse:

¿De qué sirvió el sacrificio de Minerva Mirabal y sus hermanas y la acción heroica del grupo de conjurados que ajustició al tirano, si 54 años después, el PLD, convertido en partido Estado, igual que el dictador, es dueño y señor absoluto del poder judicial, del poder legislativo, de las altas cortes, irrespetando su independencia y manejándolos como marionetas en función de sus particulares intereses?

¿Realmente valió la pena la inmolación de Manolo Tavárez Justo y de Rafael Fernández Domínguez y de tantos otros de su generación, y sirvió de algo el coraje y patriotismo del coronel Caamaño, levantados en armas defendiendo la restitución de la Constitución del 1963, si 50 años después somos testigos de cómo un grupo de malandrines, que no nos representan, transgreden y pisotean sin rubor la carta magna para su exclusivo beneficio personal?

¿Es que nada quedó de la prédica y ejemplo de Juan Bosch y de las luchas de José Francisco Peña Gómez contra los gobernantes que buscaban perpetuarse en el poder, si a menos de 20 años de su muerte, los herederos putativos de sus respectivos partidos, se ponen al servicio de la ambición del actual presidente de la República para que, usando y abusando del poder, pretenda reelegirse impúdicamente?

Las acciones y tratativas impulsadas desde la Presidencia de la República para modificar la Constitución pueden tipificarse como un acto de fuerza del Poder Ejecutivo y un atentado contra la constitución reñidos con la ley penal, que hace ilegítima la reforma constitucional en curso y todo cuanto se derive de ella, y alguna vez los responsables deberán responder por estos actos.

Danilo Medina se ha quitado la careta y se nos muestra tal como es.

¿Qué confianza puede tenerse en un hombre que sin rubor alguno incumple su palabra, luego de prometer y asegurar reiteradas veces que no se reelegiría?

Danilo Medina es igual que Leonel y que Balaguer, y lo único que le interesa es quedarse en el poder, sin importar para ello pasarle por encima a la Constitución y comprar a todo quien se ponga en venta.

Danilo Medina ha actuado como lo han hecho, a lo largo de nuestra historia, dictadores y falsos demócratas.

Danilo, con otro ropaje, es la continuación del leonelismo, y ambos la reproducción del modelo peledeísta de ejercicio del poder.

La grave crisis que en todos los órdenes padece la sociedad dominicana nos plantea como un verdadero imperativo de responsabilidad ciudadana sacar ya al PLD del poder.

Esa crisis, si bien es responsabilidad inmediata del PLD, es el resultado acumulado de la troika de partidos tradicionales que nos han gobernado, hoy constituidos en el “Partido Revolucionario de la Liberación Reformista”.

Pero hay que ir más allá de sacarlos del gobierno, hay que erradicar en sus raíces el modelo peledeísta de ejercicio del poder para evitar su retorno en los próximos años.

En estos 54 años varias veces hemos cometido este error. En el 1961 se ajustició al tirano y por dejar impune a responsables y beneficiarios de ese régimen atroz, 5 años después retornó el trujillismo sin Trujillo. Igual hicimos en el 78, que luego de dos gobiernos del PRD, sin ajustar cuenta a fondo con los 12 años del Dr. Balaguer, éste retornó al poder por 10 años más. Igual se dejó intacto el modelo instaurado por Leonel Fernández en el periodo 1996-2000, posibilitando que en el 2004 retornara y para nuestra desgracia el PLD lleva 12 años y amenaza quedarse para siempre.

Llegó la hora de sacar al PLD del poder y de ponerle fin al modelo peledeista que solo puede gobernar endeudando el país, reproduciendo la pobreza y el desempleo, entregando nuestros recursos naturales a precio de vaca muerta, depredando el medio ambiente, posibilitando altos niveles de inseguridad pública y de violencia, contando el narcotráfico con complicidades en altas esferas oficiales. Es este modelo peledeista de gobierno el que ha permitido unas fronteras vulnerables para el contrabando y el tráfico de armas y personas; el que ha convertido las políticas sociales en asistencialismo y clientelismo para promover el inmovilismo social.

Vamos a ponerle fin al modelo peledeista, que de todos los agravios causados, el peor ha sido el daño moral, propiciando los más altos niveles de corrupción y de envilecimiento de las instituciones y poderes públicos, al tiempo de garantizarle la más descarada impunidad a vulgares ladrones del patrimonio público, muchos convertidos en senadores, diputados, ministros, oficiales militares y policiales y proyectados socialmente como modelos a imitar de progreso y rápido enriquecimiento.

Insisto, los hombres y mujeres que nos duele este país y que aspiramos a dejarle a nuestro hijos un país decente tenemos el deber y la obligación moral de sacar al PLD del poder, para ponerle fin al modelo peledeísta de gobierno, para hacer el cambio de rumbo y enderezar este país.

El cambio de rumbo es parar el irresponsable endeudamiento público, auditar la deuda y propiciar su restructuración con la banca extranjera y multilateral.

El cambio de rumbo es propiciar un modelo de desarrollo productivo compartido, que impulse una masiva generación de empleo, garantice la soberanía y seguridad alimentarias, e impulse la producción y las exportaciones, que no castigue con impuestos la producción, garantizando el crédito justo, estimulando la producción asociativa y cooperativa a la pequeña y mediana producción agropecuaria, industrial y artesanal, y encaminando esfuerzos para adecuar los tratados de libre comercio a las condiciones productivas del país.

El cambio de rumbo es revisar los contratos con los generadores eléctricos, para rebajar el costo de la energía, haciendo también transparentes el precio de los combustibles y eliminar los subsidios privilegios.

El cambio de rumbo es asumir la defensa de nuestros recursos naturales como patrimonio de la nación dominicana, solo explotables para su beneficio directo, sin dañar la vida y la biodiversidad.

El cambio de rumbo es asumir la defensa del medio ambiente, prohibir la explotación minera a cielo abierto y el uso de cianuro en la activad minera; y declarar a Loma Miranda parque nacional.

El cambio de rumbo es aumentar el salario mínimo en el sector público a 20 mil pesos para guardias, policías, enfermeras y para todos los empleados públicos que desempeñen una actividad útil en el Estado, al tiempo que se propicie un aumento general de salarios, indexable todos los años, de forma automática con el índice de inflación oficial.

El cambio de rumbo es rebajar los salarios de los altos funcionarios del Estado, para que haya un mínimo de equidad entre los servidores públicos, estableciendo como escala en el Estado, que nadie, desde el Presidente de la República, puede ganar en un mes más del equivalente de 12 salarios mínimos luego del aumento antes indicado.

El cambio de rumbo es asumir el compromiso de que ningún legislador nuestro puede aceptar ni el barrilito, ni el cofrecito, ni exoneraciones al tiempo de impulsar la derogación de esa norma que no es más que un engendro para legalizar la corrupción.

El cambio de rumbo es para investigar todos los casos de corrupción de los últimos 20 años, esto es, de 1996 al 2016, llevar los corruptos a la cárcel recuperar lo robado; declarar imprescriptibles los actos de corrupción.

El cambio de rumbo es aplicar puño de hierro contra la delincuencia, el sicariato y los feminicidios. Atacando en sus raíces las causas generadoras del delito así como de la violencia contra la mujer; transformando de arriba abajo la Policía Nacional, profesionalizándola y garantizándole a sus miembros condiciones dignas de vida y de trabajo; acabando con toda forma de complicidad de sectores oficiales con el narcotráfico y otras formas de crimen organizado.

El cambio de rumbo es hacer las inversiones necesarias para garantizar un sistema de seguridad social de acceso universal a servicios de salud de calidad, que incorpore a todos los dominicanos al Seguro Familiar de Salud, que garantice un modelo de atención primaria, que amplíe la cobertura de medicamentos y tratamientos para enfermedades crónicas y catastróficas y que garantice pensiones dignas.

El cambio de rumbo es para profundizar y ampliar la inversión en educación hacia la formación de maestros y a la dignificación de sus condiciones de vida y de trabajo, para garantizar un sistema educativo de calidad, con formación integral y bilingüe para nuestros niños, niñas y adolescentes; para dotar a cada provincia o región de institutos politécnicos y tecnológicos en beneficio de nuestros jóvenes. Darle apoyo a las universidades, impulsando la investigación científica y la formación de profesionales de calidad en las áreas que demande el desarrollo nacional.

El cambio de rumbo es para garantizar el 10 por ciento del presupuesto nacional a los ayuntamientos de todo el país, en base a una planificación estratégica regional, un presupuesto municipal participativo elaborado en función de las necesidades de la gente y bajo el control de veedurías ciudadanas.

El cambio de rumbo es para garantizar nuestra soberanía, independencia y autodeterminación y ejercer el debido control de nuestras fronteras, aplicar una definida política migratoria y detener el caos migratorio.

El cambio de rumbo es para impulsar una Asamblea Nacional Constituyente electa por voto popular para desmontar el actual diseño constitucional que ha propiciado que un solo partido se haga del control de todos los poderes públicos, de las altas cortes y los ponga al servicio de sus intereses.

En fin, el cambio de rumbo es para desplazar el modelo peledeísta por una democracia social, participativa y soberanista.

Alianza País no esconde, más bien proclama, su determinación de tomar distancia de los partidos tradicionales que han gobernado en estos 54 años, hoy aliados en una troika corrupta y antidemocrática. Esos partidos no tienen solución para los serios problemas del país, más bien ellos son parte del problema a resolver.

Es el momento de trazar una clara raya de separación entre esa vieja política y prácticas tradicionales caracterizadas por la mentira, la simulación, el clientelismo, la corrupción y la impunidad y la nueva política que se inaugura, identificada en principios, en un programa de cambio de rumbo y en una ética fundada en un compromiso de servicio para el bien común.

Para hacer el cambio de rumbo, para transformar la política desde la política, se requiere de un liderazgo que asuma el compromiso sincero y franco de hacer las reformas, y sin temblarle el pulso, que adopte las decisiones necesarias y aplique las adecuadas políticas públicas poniendo siempre por encima de los beneficios individuales o de grupo el sagrado interés de la nación dominicana.

Para que la ciudadanía asuma el cambio de rumbo se requiere de un liderazgo con compromiso social, honesto, con convicciones democráticas, capaz, y sobre todo, que no la engañe de nuevo, que sea coherente entre lo que dice y lo que hace, que vaya a las funciones públicas a servir y no a enriquecerse, que no fomente el personalismo ni el continuismo; que fortalezca la institucionalidad democrática y respete y haga respetar la ley.

Pueblo Dominicano: Alianza País, en los próximos días estará convocando la constitución de una Mesa de Diálogo con una diversidad de sectores políticos, sociales y ciudadanos que se identifiquen y estén dispuestos a participar en el próximo torneo electoral en torno a un programa de mínimos indispensables para hacer el cambio de rumbo.

La Mesa de Diálogo es para ir construyendo la confianza entre los distintos sectores políticos, sociales y ciudadanos.

Desde la Mesa de Diálogo tenemos que coordinar acciones que nos permitan producir la más importante unidad, la unidad con los trabajadores, con los productores, con las mujeres, con los jóvenes, con los comerciantes, con las comunidades de dominicanos en el exterior, con los profesionales, con los envejecientes, con los discapacitados, con los desempleados.

La Mesa de Diálogo es para impulsar la constitución de un “Bloque electoral para el cambio democrático”

Dominicanos/as todos tenemos mucho que perder si dejamos que siga el PLD en el gobierno. Por el contrario, todos tenemos mucho que ganar si en el 2016 sacamos al PLD del gobierno para hacer el cambio de rumbo.

Es el momento de que se levanten los vivos y de que levantemos la memoria de nuestros muertos. Si no sacamos del poder a estas cúpulas de mercaderes de la política, la  insatisfacción que produce su permanencia podría conducir a una ruptura institucional porque este estado de cosas ya no se aguanta más.

Llegó el momento de derrotar a estas cúpulas de corruptos, de gente de doble moral, de sinvergüenzas, de mentirosos, de simuladores y de sin palabras.

Llegó la hora de luchar ciudadanos y ciudadanas valientes para detener esta dictadura de partido.

La marcha para la redención de nuestra patria ha comenzado y no se detendrá hasta conquistar la democracia verdadera, la soberanía plena, la justicia social.

Hoy tienen singular pertinencia las palabras del padre fundador de nuestra nacionalidad al decir que:

“… que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la patria”.

“Trabajemos por y para la patria que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos.”

“Trabajemos, trabajemos sin descansar, no hay que perder la fe en Dios, en la justicia de nuestra causa y en nuestros propios brazos”.

Viva Juan Pablo Duarte.

Viva por siempre la República Dominicana.

Muchas gracias.


Guillermo Moreno
Líder de Alianza País

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