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jueves, 25 de junio de 2015

Reflexionemos


Educar en Valores, la cúpula del Estado
La Vicepresidencia de la República se ha dedicado a “Educar en Valores”. ¿A quiénes? ¡A los pobres! Promueve principios éticos, morales, cívicos entre los infelices, los que padecen hambre. Pretende “vencer las tentaciones de antivalores, crear familias fuertes ante males sociales”, para que progresen en solidaridad. ¿Y a los “tutumpotes”? ¡No! Es a los “hijos de machepa” a quienes seleccionó para enseñarles a portarse bien, a ser honestos.

Su labor educativa fuera más efectiva y económica, si estuviera dirigida a líderes nacionales. Muchos llegan a sus posiciones en chancleta y en poco tiempo exhiben jeepetas, mansiones, etc. ¿Cómo lo logran? ¡Sepultando ideologías y olvidando principios morales y cívicos, aprendidos en el hogar, iglesias, partidos políticos!

Para ejecutar sus programas con los pobres, la Vicepresidencia tiene un Gabinete de Políticas Sociales. Ha definido sus miembros como “su gran ejercito de ángeles, quienes trabajan a su lado por el progreso del país y el bienestar de las familias más necesitadas, llevando consuelo, amor y conformidad” ¡Conmovedora generosidad!

Han iniciado campañas como “Bien por ti” “para promover sanos valores entre las familias necesitadas, especialmente las del programa Progresando con Solidaridad, con hijos entre 4 a 18 años”. “Será el milagro de que habla nuestro Santo Padre, será el progreso de la familia”, han dicho. Me imagino que desean que los infelices resistan y no imiten delincuentes, corruptos, quienes administrándoles sus bienes se hacen millonarios y a quienes las altas cortes blindan y le archivan el expediente, mientras ellos padecen hambre.

Para educar los desposeídos en valores, invitan al país a costosos y reconocidos científicos, escritores, periodistas, a darle charlas, no en sus humildes comunidades, sino en elegantes salones. Su objetivo “es romper el círculo de la pobreza, desarrollar optimismo, paciencia, perseverancia, oportunidad para forjar una vida mejor”. ¡Oh Dios!

¿Por qué no educan en valores a funcionarios del gobierno, legisladores, Poder Judicial, a la cúpula de los partidos políticos, periodistas, al empresariado? Ellos contrarrestan los esfuerzos serios de los padres de familia. Por tanto, deben enseñarlos a pensar en el prójimo, a no usar los recursos del pueblo para enriquecerse, a no entretener con tarjetitas a los infelices para comprarle su conciencia y asegurar su voto.

Deberían iniciar la campaña “Gobierno honesto, sociedad sana” ¿A cuántos funcionarios les diríamos: “¡Bien por ti!”. Ojalá traigan invitados internacionales de la talla de un Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, a dar charlas. Necesitamos que hablen de las diferentes formas en que manipulan los hambrientos para conseguir su voto, luciendo como ángeles. Sería interesante que Mujica nos ampliara el concepto “el poder no cambia las personas, solo revela quienes verdaderamente son”.

Me duele que enseñen los pobres a ser conformistas, mientras la cúpula dilapida sus bienes. Si realmente desean una sociedad honesta, responsable, bastaría con enseñar los líderes del Estado a serlo. La Vicepresidencia debe fajarse con ellos. Los tiene cerca y el efecto será multiplicador, pues observando sus acciones, el pueblo aprende.

De esa manera los recursos que utiliza la Vicepresidencia para “Educar en Valores”, los pueden destinar a los ministerios correspondientes para que ayuden a los infelices, a resolver problemas de salud, vivienda y empleos. Reflexionemos.

Venecia Joaquín

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