A 10 meses de las elecciones el PRD de Miguel Vargas Maldonado es prácticamente una entelequia política. Un partido familiar al estilo Fuerza Nacional Progresista o Partido Reformista Social Cristiano. No pasa una semana sin que se anuncien nuevas deserciones o renuncias del partido del jacho prendío, una verdadera hemorragia de simpatizantes que emigran de ese infierno.
Si el comité político del PLD no apura las negociaciones para un pacto entre ambas organizaciones es muy posible que solo queden junto a Vargas Maldonado los que devengan un salario en la organización política, los empleados de sus empresas privadas y sus familiares. Así es muy difícil negociar, el PRD no tiene militancia y los pocos nombres sonoros que le quedan son personas que no gozan de prestigio e incidencia en la sociedad ni en los medios electorales.
Todo el daño que hicieron Miguel Vargas y sus lacayos se les ha revertido, su situación es tan vergonzosa que hasta un cura que oficiaba una misa contratada por el PRD le cantó sus verdades y como si fuera poco los picoteó.
Están feos para la foto los traidores del PRD.
Luis Del Monte / Desde La República Dominicana
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