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miércoles, 21 de octubre de 2015

Un gobierno que se bate a la defensiva


La oposición en su inédito momento
No sería descaminado decir que la aplastante mayoría de la gente auto percibida contraria al presente gobierno hubiese preferido que las diversas componentes de la oposición hubiesen sido capaces de llegar a un gran acuerdo político. Por el momento no ha sido así, pero existe un contexto para que esa oposición converja en la sistematización y sustentación de las denuncias contra el gobierno basadas en datos sólidos, tal como lo está haciendo una de sus principales componentes, iniciándose de ese modo una inédita campaña electoral sustentada en denuncias/propuestas.

Muchos lamentan que de nuevo importantes sectores de la oposición tomen el camino de la dispersión, ante una coyuntura electoral caracterizada por la existencia de un partido/gobierno que tiende a perpetuarse, que monopoliza todos los poderes del Estado, violador de la libertad de protestar, de representación y de elección de propios y ajenos. Sin embargo, existen indicadores que permiten pensar que a pesar de todo, estos podrían centrar sus esfuerzos contra el objetivo fundamental: ese partido/gobierno/Estado, evitando inútiles distracciones.

El Presidente y su partido no tienen ningún empacho para utilizar al máximo la estructura de corrupción en que se ha basado el poder que ostentan, pero nunca se habían visto enfrentados por una oposición con capacidad de combatir esa estructura sobre la base del dato y de la propuesta. Finalmente, esta capacidad se ha manifestado con el desmonte de la falacia de las “visitas sorpresa”, la asignación presupuestaria a los ayuntamientos, distritos municipales y a Agricultura, la denuncia de las mafias controladoras de la OISOE y de los precios de los hidrocarburos y del manejo del Presupuesto relativo al 4% a la Educación.

En la presente campaña electoral, alrededor de esas y otras denuncias podría la oposición centrar sus acciones, intercambiando informaciones, evitando innecesarias competencia entre ella, coordinando en la medida de lo posible la participación conjunta en iniciativas de protestas de calles para recuperar ese escenario, ese territorio, que ha sido y es el lugar donde se ha construido la democracia en esta parte del mundo.

La calle, la plaza, debe ser recuperada para impedir que este gobierno siga acentuado la vieja tradición de los poderosos de reservarla para que agentes policiales y militares repriman a quienes ejercen el derecho a la protesta. Una barbaridad, que en parte explica el significativo déficit de participación ciudadana efectiva en la cosa pública. La oposición no ha logrado la construcción de un esperanzador y único polo opositor, pero todas tienen en el territorio la oportunidad e imperativo de actuar unitariamente para cerrarle el paso al Presidente reeleccionista.

Es difícil la construcción de un bloque opositor, grandes déficits de producción de reflexión política de significativo nivel y nuestra limitada formación general lo dificultan. Pero, la gente no puede entender por qué sectores de origen o militancia de izquierda sean tan reiterativos en enfrentar de manera dispersa procesos electorales como el actual. No entiende las reiteradas razones que estos esgrimen para trillar el camino de la dispersión.

Afortunadamente, esos sectores tienen la oportunidad de aprovechar este inédito momento de la oposición en que el dato sustenta la denuncia/propuesta contra un gobierno que se bate a la defensiva.


César Pérez
Hoy

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