La prensa y los medios de comunicación deberían hacer una pausa en el camino y autocensurarse en casos que son un mal ejemplo para los demás, no es posible que en busca de noticias y novedades se le de cabida a los abogados de capos para que opinen de todo el acontecer nacional y se mediatice como la cosa más normal.
Es muy mal ejemplo ver a un defensor de criminales, narcotraficantes y corruptos como grandes señores conceptualizando, amenazando, amedrentando y hostigando a los funcionarios y a la sociedad. Una cosa es la libertad de expresión y otra es el libertinaje, hemos caído en el libertinaje mediático.
Esos "señores", profesionales del derecho, hacen vida social y profesional tomando dinero del robo, de las drogas que matan y de los que matan asesinando.
Todos los conocemos, es un cartel que aparece ineludiblemente en cada caso grave de dolo, extorsión, violaciones a las leyes, a las normas y a la conducta que rige a una sociedad normal.
Su sola imagen es repulsiva, son protectores de mafiosos, de vándalos, tránsfugas y degenerados.
No llegan a la docena, si lo sabemos nosotros que no somos funcionarios ni periodistas, lo deben saber los que lo son. No es una exigencia que hacemos, es un llamado a la reflexión.
Están promocionando a delincuentes con toga y con licencia para enriquecerse de lo mal hecho.
Tipos que no tienen ninguna vergüenza ante la crítica, ante sus hijos ni ante su familia, de que sean tildados de abogados de capos.
Nos morimos por mencionarlos, uno a uno, pero esa no es nuestra responsabilidad, la responsabilidad es de los que tienen el poder de no darle vigencia a esos envilecidos dominicanos.
Desde La República Dominicana
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