Luego de 41 meses ciego, sordo y mudo ante el sufrimiento de 10 millones de dominicanos que reclaman enfrentar la impunidad de sus antecesores, la corrupción de su gobierno, la deficiencia de los servicios de salud, los bajos salarios, los altos precios de los combustibles, una canasta familiar inalcanzable y una delincuencia asesina; el señor, milagrosamente ve, oye y habla.
En las últimas crisis de mitomanía que ha sufrido asegura que es fiel seguidor de los principios de Juan Bosch. De comunista, ateo, y disociador; ha mutado al catolicismo invocando a Dios más que los mismos curas, y como estamos en los meses patrios, es más duartiano que el mismo Juan Pablo Duarte.
¿Lo acontecido con este individuo es un verdadero milagro o de verdad es un descarado sinvergüenza?
Juan Santos / Desde La República Dominicana
Un maldito mentiroso, sinvergüenza y protector de corruptos.
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