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domingo, 10 de julio de 2016

Algunos datos sobre Estados Unidos de América



Estadísticas actualizadas a 2016
Los Estados Unidos de América es una nación diversa y democrática de 323 millones de habitantes procedentes de todas las culturas, etnias y orígenes, es la primera e indiscutible potencia del mundo. No hay ninguna nación del planeta que, por ahora, le dispute la hegemonía.

En el 2016 su PIB está muy cerca de los 19 billones (trillones en inglés). Es el primero del mundo. Con menos del 5% de la población mundial, el país produce el 20% de los bienes y servicios que se generan en la Tierra, y su productividad es cinco veces mayor que la de china.

El 86% de las transacciones internacionales se realizan en dólares. El dólar es la divisa más importante que existe, y es moneda-refugio en épocas turbulentas (como ahora). El índice de desempleo, en torno al 4.7%, es de los más bajos del mundo desarrollado, y si bien es cierto que se han destruido empleos industriales, han sido sustituidos por formas más apacibles y creativas de ganarse la vida en el sector de los servicios y en la llamada economía de la información.

Diecisiete de las  20 mejores universidades del planeta son norteamericanas. Es la sociedad, con mucho, que patenta más hallazgos científicos y técnicos. El inglés es la lengua franca de la humanidad. El resto de las naciones imitan, fundamentalmente, a Estados Unidos. Visten como los estadounidenses. Se curan las enfermedades como ellos. Componen música como ellos. Bailan como ellos. Ven sus películas, leen sus libros, hacen sus carreteras, hospitales, aeropuertos, casi todo, como ellos.

Las fuerzas armadas norteamericanas disponen de un presupuesto que excede los 600,000 millones de dólares. Más que todos sus enemigos potenciales combinados: China, Rusia, Corea del Norte, Irán y Venezuela. Su potencial capacidad destructiva es asombrosa. Ese aparato bélico no sólo es militarmente temido por el resto de las naciones, sino probablemente contribuye a la admiración que despierta el país.

Según la empresa “The Anholt-GfK Roper Nation Brand Index”, que encuesta seriamente el nivel de afecto que internacionalmente despiertan las cincuenta naciones más importantes del mundo, Estados Unidos está a la cabeza de todas. El 2014, por primera vez, fue Alemania, pero en el 2015 Estados Unidos recuperó la primacía.

Agréguesele a este cuadro la solidez institucional norteamericana. Hace pocas fechas la Declaración de Independencia cumplió 240 años. El país ha tenido presidentes extraordinarios y personajillos lamentables; períodos brillantes y  mediocres; recesiones y ciclos de crecimiento; esclavos, hombres libres y libertos; legisladores venales y probos; jueces estupendos e idiotas; etapas de guerras y de paz; mujeres subyugadas y otras que han conquistado su espacio social valientemente; minorías silenciosas y aguerridas. Pero todas estas transformaciones y confrontaciones, algunas verdaderamente revolucionarias, han sucedido sin que se interrumpiera la ordenada transmisión de la autoridad, dentro de una legalidad imperfecta aunque funcional, que le confiere una enorme solidez al país.



Carlos Alberto Montaner
Extracto de su articulo "No lloren por Estados Unidos todavía".

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