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jueves, 1 de septiembre de 2016

El engaño de los Fondos de Pensiones y las AFP


Dígame, ¿con qué pensión me retiraré?
¿Cuál será mi pensión cuando me retire? Esta es la pregunta que se hace cualquier cotizante de una AFP. Porcentajes que bailan y proyecciones sofisticadas de sus provisiones no interesan mucho al ahorrante (obligado) que cotiza automáticamente parte de su sueldo mensual.
Tres temas surgen de tanto en tanto: cómo invierten las AFP los fondos que recogen sin gran esfuerzo puesto que es obligatorio cotizar. Qué porcentaje de ganancia se reservan y cuánto destinan a las pensiones de sus “colaboradores” (antes llamados clientes). Qué sectores económicos van a poder acceder a estos fondos.
Para el cotizante, el actor indispensable de todo este esquema, la pregunta es la que encabeza el AM. En realidad, se alegra de que las AFP ganen dinero y se sentiría muy bien si las leyes permitieran invertir esos fondos en diferentes sectores, siempre que tuvieran sentido económico (y común) y que no fuera una maniobra para que los habituales se ganen su propia jubilación en dólares en un par de operaciones de ingeniería financiera.
Pues bien, la respuesta es sencilla. Entre en la página web de su AFP e introduzca sus datos en la calculadora de pensiones. Suponiendo que no pierda el empleo y que siga cotizando al ritmo que lleva ahora durante los próximos quinquenios... la cifra que le aparecerá en la pantalla (si no quiebra antes su AFP o el sistema) es lo que usted cobrará mensualmente en su retiro. Hasta que se agote su fondo. Si vive más... ese es su problema.
Haga números. ¿Podrá vivir dentro de quince, veinte, veinticinco años con esa fracción de su salario actual? (Y pregúntese por qué los chilenos han salido a la calle protestando por su sistema de pensiones.)

Inés Aizpún
IAizpun[@]diariolibre.com

Diario Libre

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