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lunes, 10 de octubre de 2016

Las ARS son iguales a los casinos de juegos


El odioso negocio de las ARS
Todos los seres humanos vivimos acosados permanentemente por una interminable lista de virus, bacterias, y enfermedades de todo tipo que se ocultan en nuestra alimentación diaria, en las aguas que tomamos, en el aire que respiramos, en el ADN que heredamos, o en el estilo de vida que llevamos, y estando conscientes de esas amenazas, todos tratamos de comprar una póliza de seguro de salud, para que el día en que falle nuestra salud podamos recibir una atención médica que nos deje contentos y que hasta incluya los medicamentos.

Sin embargo, no hay día en que pacientes, médicos, autoridades y hasta clínicas privadas, no externen amargas quejas por los pésimos servicios que las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) dan a quienes de muy buena fe compramos una póliza de seguro de salud en el entendido de que el día en que enfermemos dispongamos de una segura cobertura para las consultas médicas y los estudios básicos que hoy día acompañan a cada consulta, pues las imágenes médicas han avanzado a tal extremo que hoy día es casi obligatorio hacer estudios no invasivos para confirmar o descartar la hipótesis médica general formulada en la consulta inicial.

Todos hemos visto a la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía quejarse de que “la constante negativa de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) para cubrir procedimientos diagnósticos y terapéuticos a los afiliados está limitando la labor que realizan los neurólogos y neurocirujanos en el país, ya que aunque los médicos están capacitados para realizar los correctos procedimientos y cuentan con modernos equipos de alta tecnología, las ARS niegan constantemente la cobertura”, pudiendo eso enviarle a la sepultura.

También hemos visto a la Asociación Nacional de Clínicas Privadas (Andeclip) reclamar al Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) “la elaboración de una normativa que ponga fin al desorden y abuso por parte de las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS) que se niegan a pagar por servicios médicos dados a los afiliados”.

Recientemente vimos a la Directora de la Dirección de Información y Defensa de los Afiliados (DIDA) exhortar a las Administradoras de Riesgos de Salud “cumplir las disposiciones contenidas en la resolución 375-02, y ratificada por la 395-01, que le dan un carácter integral a los servicios de las enfermedades de alto costo y de máximo nivel”, lo que quiere decir que las ARS no cumplen con dichas resoluciones, pues el objetivo de las ARS nunca ha sido darle cobertura de salud a sus afiliados, sino enriquecerse con el dinero pagado por sus afiliados.

Usted nunca ha visto a una ARS decirle a algún afiliado que como durante un año no utilizó su seguro de salud, le va a devolver, o le va a acreditar, el 50% de las cuotas pagadas y no utilizadas, pero sí ha visto usted a las ARS decir a sus afiliados que su cobertura ya está agotada por visitas frecuentes al médico, es decir, que el juego del dinero pagado siempre está de un solo lado, del lado de las ARS, y nunca del lado de los afiliados, por lo que muchas pólizas de salud terminan siendo un espejismo que aparenta ser lo que nunca es, y donde usted tiene que pagar seguro, pero no es seguro que su seguro pague por usted cuando alguna dolencia se pegue de usted.

Y la verdad es que las ARS son iguales a los casinos de juegos, donde de cada 100 pesos que apuestan los ingenuos jugadores que buscan fortuna, 60 pesos se quedan en el casino y apenas 40 pesos vuelven a los tontos jugadores, pues en las ARS gran parte del dinero que pagamos los ingenuos afiliados que buscamos estar asegurados se queda en sus cuentas bancarias, al extremo que anualmente exhiben públicamente sus billonarias ganancias, mientras muy poco dinero vuelve en forma de completa cobertura de salud a los asegurados, y donde muchos mueren por falta de cobertura, todo lo cual se hace irresponsablemente ante la mirada indiferente de las autoridades del sistema nacional de salud, las que únicamente se quejan como si fueren caminantes, y nunca como verdaderas autoridades que están llamadas a poner las estrictas reglas del juego, del mismo modo en que los congresistas no han querido legislar para poner a las ARS en su justo lugar, dejando mucho que desear, hasta que la gente afiliada decida irse a los tribunales a comenzar a demandar.


Osiris de León
elCaribe

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