Páginas

sábado, 29 de octubre de 2016

Presidente: Levante la dignidad de mi República Dominicana

     Beller, 27 de octubre 1845.

Se regó Violeta
Mi nombre es Violeta Aquino, dominicana, trabajadora pagadora de Impuestos, dinero que usted está utilizando para llenarle la barriga a la banda descarada de malagradecidos del pueblo haitiano. Exijo respeto al sudor de mi frente y al de miles de dominicanos que como yo, pagan sus impuestos, para cumplir con mi país y llevar la nación a mayor progreso.

Me niego rotundamente a que siga entregando mi esfuerzo diario a personas de una nación que ni aún con la tragedia que enfrentan, tiene la decencia de reconocer que nosotros nunca les hemos hecho daño, que nunca les hemos invadido como ellos lo han hecho, que en sus dificultades corremos a darle las manos.

Debería darse una visita sorpresa por los hospitales, para que vea, que de cada 100 parturientas, al menos 60 o 70 son haitianas. Les estamos dando nuestras camas de hospital a los malagradecidos que después que crecen y se comen el fruto de mi país, que después que utilizan nuestras escuelas, nos miran con desprecio y con ganas de hacernos mal.

Es injusto señor Presidente que usted siga aceptando esta vergüenza. Este pueblo se conoce por ser solidario y cariñoso, por nuestra simpatía y amor a los demás, y si las instituciones internacionales no lo quieren ver, ese no es nuestro problema.

Nuestro problema es defender la nación de esos haitianos que podan nuestros árboles, que queman nuestros bosques, que infectan nuestros ríos, que gastan nuestros medicamentos, que ofenden nuestros productos, que no le tienen respeto a nuestra bandera, a nuestra gente, ni a nuestra ayuda.

Levante la dignidad de mi República Dominicana, No siga permitiendo que nos ofendan. Es cierto que Dios dice que haga bien sin mirar a quien, pero todo tiene un límite y creo que en esta ocasión se rebosó la copa.


Violeta Elizabeth Aquino.
Cartas al Presidente
Diario Libre

No hay comentarios:

Publicar un comentario